Desde Mendoza

Laura Montero se convirtió en la primera vicegobernadora de Mendoza. Tras la victoria del domingo, la senadora admite que es difícil extrapolar el triunfo mendocino al plano nacional y que mucho dependerá “si los referentes nacionales de Cambiemos –la alianza de la UCR, PRO y CC– van a poder materializar en términos concretos ese poder de cambio” que consiguieron en Mendoza para enfrentar “la fortaleza que tiene todavía el kirchnerismo con la consolidación de la fórmula Scioli-Zannini con un piso electoral muy fuerte”. De muy buena relación con Sergio Massa, Montero deja la puerta abierta a la posibilidad de acordar con el líder del Frente Renovador algún tipo de adhesión a un gran frente opositor en aquellos lugares donde Massa no alcance representación luego de las primarias de agosto, como el apoyo a la candidatura a senador de Julio Cobos en Mendoza. También despejó dudas y sostiene que toda la UCR mendocina se encolumnará detrás de su propio precandidato presidencial, Ernesto Sanz.

En las oficinas de su Fundación Ideal, a sólo cuatro cuadras de la gobernación mendocina, la senadora recibió a Página/12.

–Es un triunfo provincial, hay que hacer esa lectura porque la elección estaba desdoblada. Por supuesto que hay una expresión de cambio en la ciudadanía que posiblemente esté germinando en todo el país, pero es una elección que se provincializó después del desdoblamiento. Es más, se intentó municipalizar con la tracción de los intendentes. Pero nosotros hemos jugado con nuestro frente Cambia Mendoza, si bien la fórmula es radical, pero logramos una fuerte adhesión de todo el arco político: el socialismo, Libres del Sur, la CC, el PD, que es el partido histórico conservador en Mendoza que está en alianza con el PRO, el FE del Momo Venegas, que nos ayudó mucho en el sur, y el Frente Renovador de Massa que con Guillermo Pereyra han tenido mucha injerencia en departamentos como Las Heras y Guaymallén, que han sido históricamente PJ. Acá vinieron la Presidenta, (Daniel) Scioli, Karina Rabolini, todo el aparato nacional del oficialismo. La militancia de todo el frente se ha ganado esta elección.

–La experiencia de Mendoza ha sido exitosa en términos de creación de poder real. El germen del cambio, de la gente que sufre la inseguridad, que el salario no le alcanza, que no tiene la prestación de salud adecuada por parte del Estado, las economías regionales en crisis, eso está. El problema es quién materializa el cambio. Nosotros en Mendoza lo logramos uniendo a todos. Si es extrapolable a Nación, si los referentes nacionales van a poder materializar en términos concretos ese poder de cambio, no sé si es extrapolable ciento por ciento. Así que acá hubo una estrategia de construcción de poder que consolidó a todas las fuerzas políticas, eso nos ha permitido llegar con mayoría a la Legislatura, sino también un territorio bastante consolidado, y no sé si la construcción nacional es extrapolable en este momento con la fortaleza que tiene todavía el kirchnerismo.

–No puedo negar lo que dije muchas veces y lo expresé en la convención nacional de la UCR, donde pedí una alianza más amplia. El partido decidió una alianza más restringida. Tal vez se puede ver si pasadas las primarias hay algún mecanismo de adhesiones. La UCR ha logrado en Jujuy, La Rioja, Tucumán, Formosa y otras provincias un frente parecido al nuestro.

–Tengo una excelente relación con Sergio Massa, siempre la tuve, con otra gente como Roberto Lavagna cuando yo era ministra de Economía durante la gobernación de Julio Cobos. Así que habrá que ver cómo se va desenvolviendo la elección a nivel nacional.

–No, por supuesto que el radicalismo mendocino va a apoyar a nuestro candidato en la primaria. Esto va a ser así, vamos a responder a nuestro candidato. Después de la primaria veremos cómo queda el panorama.

–Con Alfredo hicimos algo sensato, que fue decir empecemos por casa, tratemos de ganar la elección provincial porque Mendoza está en una mala situación y el radicalismo ha tenido buenas experiencias de gobierno en la provincia. Priorizamos la provincia abstrayéndonos del marco nacional.

–Tal vez la debilidad está es que no pudimos llegar con un candidato presidencial fuerte. Pero tenemos 120 años de historia y nunca dejamos de tener presencia en el país. Si logramos más gobernaciones vamos cumpliendo con la estrategia elegida porque sabemos que tenemos un escenario nacional complicado. Hubo un buen intento al principio con Unen, pero lamentablemente se fue diluyendo el capital político y arrasó con todos sus candidatos. Fue muy erosivo, por eso surgieron las dos figuras, Massa y Macri, que estaban mejor posicionados.

–Creo que ha sido parte de este proceso que sufrimos con Unen que diluyó el capital político de casi todos nuestros dirigentes. Tal vez no hubo la inteligencia en términos de poder consensuar una estrategia y los personalismos jugaron muy fuerte. Creo que hay que pensar más en término de responsabilidades que nos tocan a la hora de los desafíos y para eso hay que bajar los decibeles del personalismo. Pero nos fuimos quedando atrás y la sociedad va polarizando, va buscando los referentes con más chances y esa realidad se fue viendo en las encuestas.

–Alfredo es muy pragmático. Ama la política y la ejerció desde muy joven y tiene una visión muy pragmática, con gran capacidad de liderazgo. En esa perspectiva, la construcción de poder real lo viene haciendo muy bien.

–Hay que ubicarlo dentro del contexto, todavía no sabemos cuál será el déficit de Mendoza. Creo que este año terminaremos con tres mil millones de déficit, entonces de lo que hablamos es de hacer una correcta administración del Estado y esto tiene que con la eficiencia que él ha demostrado en la intendencia de Godoy Cruz. Hizo gestión muy eficiente con mucho menos recursos, con un gobierno provincial de signo contrario y también a nivel nacional. Somos un partido de una base socialdemócrata muy fuerte y nunca pensamos que la vía debe venir por el ajuste de los que menos tienen.

–Eeeeh... yo tuve la oportunidad en el Congreso de escuchar las posturas más ortodoxas y las heterodoxas, las voces de las economías regionales, y cuando los problemas son tan focalizados las respuestas y soluciones deben ser focalizadas. Todo el mundo sabe que hay que resolver el tema de la inflación, equilibrar las economías regionales, pero eso no quiere decir que vayamos a ajustar a los que menos tienen, sino tal vez lo podemos hacer eliminando las retenciones, sacando trabas a las exportaciones. Hay que mirar las cosas con sensatez porque el peor problema es no verlos. Negar la inflación no es bueno, negar que hay pobreza, negar que estamos en un proceso de estanflación no es bueno. Hay que ver los problemas para pensar las soluciones.