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Cuando se fue Fernando de la Rúa, en la SIDE no quedó ni para sueldos

El entrerriano Héctor Maya, fugaz subsecretario de la SIDE durante la gestión de Rodríguez Saá, confirmó que cuando llegó “había un faltante de 15 millones de pesos”. La Comisión tiene que investigar.

Durante mucho tiempo se sospechó que, entre otros malos atributos, la Secretaría de Inteligencia era una verdadera caja negra desde la que fluían fondos indiscriminadamente para los destinos más insólitos. La confesión de Mario Pontaquarto ratificando que personalmente retiró de la bóveda del organismo cinco millones de pesos para pagar los sobornos que habrían facilitado la aprobación de la ley de reforma laboral no hizo más que confirmar esas sospechas. El entrerriano Héctor Maya, fugaz subsecretario del organismo en tiempos de Adolfo Rodríguez Saá, confirmó que cuando llegó a la SIDE “había un faltante de 15 millones de pesos”. Ante la insistencia de este diario, el ex senador afirmó que “más que el dinero lo que faltaba era la rendición de cuentas”.
Algo similar dijo a la revista Debates. Allí comentó que precisamente el faltante fue uno de los motivos que lo impulsó a firmar una resolución “rechazando la renuncia del tesorero del servicio de inteligencia, que era un contador de apellido Gallea (Juan José)”.
Más allá de cualquier interpretación, lo cierto es que los sushi que acompañaron a Fernando de Santibañes primero y a Carlos Becerra después tuvieron que abandonar la sede del organismo a las apuradas. Justo en el medio del mandato de Fernando de la Rúa. Y a pesar del fin de año, fechas en las que las partidas presupuestarias suelen tocar fondo, no deja de ser llamativo que en el organismo no quedaran fondos disponibles.
“No nos dejaron ni para el café con leche”, comenta Maya en diálogo con este diario. “Fíjese cómo sería la situación que la caja fuerte de mi despacho ocupaba un lugar importante y como estaba vacía la hice sacar”, explica el ex senador entrerriano para dar cuenta de la fiebre de aquellos días y del nulo efectivo que había quedado para afrontar el funcionamiento de la casa de los espías. “A nosotros no sólo no nos pagaron los quince días que estuvimos allí, sino que además no nos reintegraron los gastos en los que habíamos incurrido”, dice Maya.
“Cuando Gallea nos presentó su renuncia, el secretario Carlos Sergnesse y yo firmamos una resolución por la que le exigimos la rendición de cuentas. Mientras tanto lo obligamos a continuar en el cargo sin goce de haberes”, explica Maya a este diario. El ex legislador igualmente destaca que el ex número 2 de la SIDE radical, Darío Richarte, “se presentó en mi despacho al día siguiente y me dijo: ‘Voy a venir mañana. Quiero darte la explicación que quieras sobre la rendición de cuentas’”.
Maya tiene presente que finalmente los sueldos del personal se pudieron pagar entre el 2 y el 3 de enero del 2002 gracias a fondos que les fueron girados desde la administración central. A pesar de que el secreto del que están impuestas las operaciones de inteligencia lleva a que las rendiciones de dinero dentro del organismo sean poco rigurosas, por no decir laxas, a Gallea le llevó varios meses explicar el faltante de esos millones.
Cuando el rionegrino Carlos Soria dejó su lugar a Miguel Angel Toma, la rendición aún no había concluido. De acuerdo a fuentes consultadas por este diario, en ese momento habría comprobado un 75 por ciento del monto total sin acreditar. Las mismas fuentes explican a este diario que por esos días Gallea le habría dicho a Soria que las liquidaciones estaban inconclusas, ya que “faltaban comprobantes que debían ser entregados por responsables de distintas áreas”. También habría admitido que eran varias las gestiones a las que les faltaba ponerse al día con los comprobantes de gastos. Según comenta a este diario un ex importante funcionario del organismo, de esos 15 millones sin rendición “uno correspondía a gastos realizados por Hugo Anzorreguy”, el menemista que estuvo 10 años seguidos al frente de la central de espionaje.
Más allá de las versiones de los distintos funcionarios que pasaron por la SIDE, son muchos los puntos oscuros que rodean al manejo del dinero. Hoy a las 11 comenzará formalmente a deliberar, con su nueva composición, la Comisión Bicameral de Seguimiento de los organismos de Inteligencia. A las 12 está previsto que lleguen a la Casa de Gobierno para presentarse ante la prensa.

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El ex número dos de la Secretaría de Inteligencia (SIDE), el radical sushi Darío Richarte.
 
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