EL PAíS › TELERMAN DEFINIO COMO BUSCARA CONSTRUIR SU ESPACIO POLITICO

“Un armado amplio y transversal”

El ahora jefe de Gobierno se reunió con Ibarra y luego encabezó una reunión de gabinete. Dijo que no habrá “cambios inmediatos”. El lunes jura ante la Legislatura. La estrategia para el 2007.

 Por Santiago Rodríguez

Aunque todavía tiene que cumplir el trámite de la asunción formal el próximo lunes, Jorge Telerman arrancó ayer su gestión al frente del gobierno porteño con una definición: dijo que para completar el actual mandato y buscar eventualmente el año que viene su reelección, realizará un armado político “amplio, diverso y transversal”. En su primer día al mando de la ciudad, Telerman tranquilizó a los miembros del gabinete y les aseguró que no habrá “cambios inmediatos”, además de pedirles que se “sumerjan en la gestión” para garantizar la continuidad de los programas en marcha. Antes de reunirse con sus secretarios estuvo con Aníbal Ibarra, con quien analizó cuestiones de la transición.

El Día de la Mujer le dio a Telerman la excusa perfecta para realizar uno de esos gestos que lo distinguen: repartió flores a las mujeres de la primera línea de la administración porteña en su debut frente al gabinete con su traje de jefe de Gobierno definitivo.

Telerman reactivó las reuniones semanales con los secretarios al asumir en forma interina el Ejecutivo, pero en cada uno de esos encuentros siempre estuvo presente la sombra de Ibarra. Obviamente que el de ayer fue distinto por más que a Telerman le falte todavía jurar el próximo lunes en la Legislatura en reemplazo de Ibarra. Prefería hacerlo en el Salón Blanco de la jefatura de gobierno en una ceremonia menos ostentosa, pero la reglamentación vigente lo obliga a asumir ante los legisladores.

Además del gesto de las flores, Telerman emitió señales tranquilizadoras hacia los miembros del gabinete. En primer término, les explicó que su gestión será “una continuidad” de la de Ibarra y les aseguró que en el corto plazo no hará modificaciones, además de prometerles que, cuando las haga, no se enterarán por los medios sino personalmente. “Al menos hasta fin de mes va a seguir todo tal cual”, precisaron después sus colaboradores sobre el plazo de los cambios.

Además de los secretarios, participaron de la reunión el director del Banco Ciudad, Eduardo Hecker; el titular de AUSA, Felipe Nogués; el presidente de la Corporación del Sur, Enrique Rodríguez; y el titular del Instituto de la Vivienda, Jorge Selser. Junto a Telerman estuvieron también su jefa de Gabinete, Gabriela Cerruti, y Oscar Feito, a quien presentó como su vocero político.

“Es un día muy difícil para todos, pero hay que sobreponerse a la adversidad”, dijo Telerman en referencia a la destitución de Ibarra y exhortó al gabinete a “ponerse el gobierno al hombro”. Entre café y medialunas, les recomendó también que se dediquen a pleno a la gestión y le impriman “más velocidad” a las acciones en curso.

Telerman realizará cambios en la primera línea de la administración porteña, pero tampoco hará tabla rasa con los ibarristas. Buscó, además, tranquilizar a los funcionarios que vinieron trabajando con Ibarra porque necesita que la administración no detenga su marcha.

En la reunión previa que mantuvo con Ibarra, no se habló de ese tema, pero ambos habían tratado el asunto hace unas semanas en pleno juicio político. Entonces, acordaron que Telerman daría contención al ibarrismo en caso de que tuviera que asumir la conducción del gobierno. Allegados a Telerman afirmaron que “eso sigue en pie”.

El encuentro entre Ibarra y Telerman duró media hora. Fue en la Fundación de Políticas Públicas, donde el destituido jefe de Gobierno montó su base de operaciones tras ser suspendido por la Legislatura. “Le dijo que ahora era el jefe de Gobierno y que íbamos a trabajar para que le vaya bien”, contaron los ibarristas que Ibarra le manifestó a Telerman durante la charla. Dicen que la conversación no dio para mucho más que eso y para intercambiar algunas impresiones sobre el modo de encarar la transición entre el mandato de uno y otro.

El pedido de Telerman a los secretarios de que apuren los proyectos en marcha tiene que ver con su propósito de darle “dinámica” a la gestión. En el equipo de discusión política de Telerman evalúan que no es mucho el tiempo que tendrán para gestionar antes de que se dispare la campaña electoral para 2007. Telerman nunca ocultó su deseo de anotarse en esa carrera y la jefatura de gobierno lo ubica en un buen lugar de largada. “Tenemos nueve o diez meses”, analizó uno de sus colaboradores.

En función de esos tiempos, Telerman entiende que es posible hacer algunas modificaciones en la cara visible de su gobierno, pero no tantas en las segundas y terceras líneas para no poner un freno a lo que se viene ejecutando. Contener al ibarrismo también le sirve a su armado político “amplio, diverso y transversal”. “Para enfrentar a Mauricio Macri en 2007 –acotan a su alrededor– es necesario contar con un espacio de centroizquierda compacto y lo más amplio posible.” La estrategia de Telerman incluye establecer una sintonía más fina con la Legislatura y acercarse, incluso, a legisladores del macrismo y el ARI.

Como paso previo a la realización de modificaciones, Telerman hará cambios en la estructura de gobierno –hasta analiza mandar un proyecto de ley de Ministerios a la Legislatura– para darle a su gestión un perfil vinculado a la obra pública, lo social y la producción. Hasta el fin de semana se dedicará junto a sus íntimos a estudiar alternativas de reforma. Telerman también tiene intenciones de reunirse con los familiares de las víctimas de República Cromañón. Durante el último año recibió a distintos grupos y no quiere perder ese contacto.

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Jorge Telerman, al frente de la reunión con quienes ya son sus ministros en el gabinete porteño.
 
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