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“Tuve tantas imposiciones que era imposible ejercer la presidencia”

Julio César Urien explicó así su alejamiento de Astilleros Río Santiago. El gobierno provincial había removido al equipo del ex funcionario, quien no había acompañado a Scioli en la campaña.

El mismo día que Astilleros Río Santiago se vistió de fiesta por la botadura de un buque de granos para una empresa alemana, el presidente de la planta, Julio César Urien, anunció que había presentado su renuncia al cargo. “Nadie tuvo el valor de pedirme la renuncia, pero tuve tantas imposiciones que era imposible que pudiera ejercer la presidencia”, dijo Urien al ser consultado por Página/12.

El jueves, luego de que el gobierno provincial removiera a la totalidad de los equipos técnicos y gerentes nombrados por Urien, éste se comunicó con la ministra de la Producción, Débora Giorgi. La funcionaria entendió las limitaciones que enfrentaba Urien para continuar al frente de la constructora naval pero no dijo mucho más que eso. Ayer, el gobierno provincial no hizo ningún comentario sobre el tema. “Comienza una nueva etapa”, se limitó a decir Urien a quienes lo consultaron durante el acto de botadura del buque “Casanna”, encargado por la empresa alemana Wilhelm Finance INC (ver aparte).

La nueva etapa a la que se refería Urien no es otra cosa que el gobierno de Scioli. En las últimas elecciones, el ex titular de Astilleros Río Santiago no se encolumnó con la candidatura del motonauta. Se postuló por fuera del peronismo como candidato a gobernador de Buenos Aires por el Partido Democracia y Libertad, aunque luego terminó bajando su postulación. “¿Qué trayectoria política tiene? No fue militante y nunca tuvo compromiso social. Entró a la política de la mano de Carlos Menem y fue funcional a la política neoliberal que destruyó el país”, había afirmado Urien al hablar de Scioli en agosto del año pasado.

Ayer no fue más allá y aunque sólo sostuvo que “comienza una nueva etapa”, en su entorno sospechan que en lo referente al astillero, el nuevo gobierno podría avanzar en una política de vaciamiento a lo realizado por el propio Urien.

El funcionario entendió que no tenía margen y dio un paso al costado. Su gestión había estado signada por un fuerte enfrentamiento con la seccional Ensenada de ATE. Cada una de sus medidas había tenido una fuerte resistencia del sector gremial. En octubre del año pasado, una importante columna de trabajadores había llegado con su protesta frente a las puertas de la gobernación provincial, derribó las vallas que impedían su avance y fue una formación de efectivos policiales la que le impidió el ingreso a la sede de gobierno. En el entorno de Urien sugieren que Scioli evitó enfrentarse al conflicto con los gremios y decidió acordar con ellos un esquema organizativo para la planta. Acuerdo que lo llevó a presentar la renuncia al cargo.

Aunque oficialmente no hubo ningún comunicado, al frente de Astilleros Río Santiago ayer se encontraba su vicepresidente, Raúl Podetti. A poco de asumir, Urien había presentado un plan quinquenal que pretendía emplear a cerca de 1500 trabajadores de manera directa y unos 12 mil sumando todas las empresas proveedoras y vinculadas del sector. Astilleros Río Santiago es considerado la pieza que mueve al resto de las empresas constructoras navales. “Representa el 80 por ciento de la industria naval”, había reconocido Urien a los pocos días de asumir su gestión como presidente de la planta. Ayer, al confirmar su renuncia, también adelantó a este diario que seguirá vinculado con iniciativas que motoricen la producción naval.

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Julio César Urien presentó su renuncia al astillero luego de que sacaran a sus colaboradores.
Imagen: Bernardino Avila
 
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