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Líder, técnico o creador “de nuevos mundos”

Esta semana, Rodríguez Saá inaugura el Forum Líderes 2003, que mezcla astronautas, economistas liberales y “pensadores” en un cómico formato de autoayuda.

 Por Julio Nudler

¿Cómo calificaría el anónimo elector a Adolfo Rodríguez Saá, considerando su currículum de ex presidente y ex gobernador? ¿Diría que es un gerente tipo técnico, o le daría estatura de líder, o iría más allá aún y le concedería dimensión de “creador de nuevos mundos”? La respuesta podrá hallarla en el Forum Líderes 2003, que del 19 al 21 de septiembre (es decir, esta semana) tendrá lugar en San Luis. Más exactamente, en el Hotel Internacional Potrero de Los Funes, donde las “mentes en conexión” humearán espesamente, en jornadas que se extenderán entre las 7.30 y las 20.30, “con recesos de descanso” para evitar su recalentamiento. Para informes e inscripción, los interesados deben ponerse en contacto con el Ministerio de Cultura y Educación de la provincia, cuyo aparato estatal está plenamente embarcado en el emprendimiento.
Para ilustrar acabadamente la buscada proyección hacia el futuro y las ideas de alto vuelo ha sido incluido, a la cabeza de la lista de disertantes, Edgar Mitchell, astronauta de la Apolo 14. Satisfechos con el efecto de este símbolo, los organizadores han preferido, a la hora de “debatir sobre la nueva economía de la Argentina”, convocar a inconfundibles figuras del liberalismo tradicional: Miguel Angel Broda, Jorge Avila (CEMA), Juan Carlos de Pablo y Orlando Ferreres (quien fue viceministro de Economía en el equipo de Bunge & Born, primero que acompañó a Carlos Menem). En este capítulo parecen haberse dejado de lado las aspiraciones trascendentes, apelándose al seguro aporte de un puñado de economistas del establishment.
La nómina de expositores se verá enriquecida con el politólogo Rosendo Fraga, el periodista Mariano Grondona, el “columnista New York Time” (sic) Robert Green, y tres figuras que –se supone– aportarán enfoques poco convencionales: el consultor en innovación Pablo Tigani, el filósofo Alejandro Piscitelli y el consultor en creatividad Eduardo Kastica. Curiosamente, también ocupará el podio el escritor Marcos Aguinis, quien acaba de criticar en durísimos términos, en una columna publicada en La Nación, el concurso literario y pictórico organizado (y luego prestamente suprimido) por el gobierno de San Luis para exaltar la figura “del Adolfo”. Este, en persona, también subirá a la tarima de los oradores, al igual que su hermano Alberto Rodríguez Saá.
La lista de temas a abordar en el exigente encuentro impresiona como sumamente ambiciosa. Incluye asuntos como “el e-Gobierno” (es decir, el ejercicio del poder y las funciones gubernamentales a través de internet), “el desarrollo del espíritu emprendedor en la mujer” (se aclara que “desde lo matríztico y lo autopiético”), “el desarrollo económico desde el disfrute” (aparente referencia al turismo como fuente de demanda), un “debate de la globalización de un mundo sin mundo” (?) y las “nuevas habilidades para liderar”, entre otros tópicos. Se supone que las pláticas apuntarán a subsanar falencias como la descripta en el documento sobre “Los nuevos roles”, que acompaña la presentación del foro: allí se afirma que “los argentinos sabemos lo que somos, lo que no sabemos es que somos ciegos cognitivos a lo que podemos llegar a ser y solo nos creemos que podemos, siempre en posibilidades y nunca en realidades”. ¿Quedó claro ahora?
En el mismo texto se proclama que “Argentina necesita nuevos líderes para afrontar las nuevas reglas y los nuevos roles que presenta el siglo 21. Argentina necesita de provocadores, revolucionarios y herejes creativos e innovadores para lograr el desarrollo económico”. Entre los objetivos propuestos para los argentinos figura el de “ser identificados como un espacio donde se inventa el futuro mediante el cultivo de conversaciones que hacen historia, mediante la generación de redes y equipos de trabajo”. Según se sostiene, “tenemos un subdesarrollo mental y un corralito mental... Necesitamos desarrollar nuevas posibilidades que nos permitan hacer bailar el capital desde el talento humano y no desde laexplotación humana...”. Parece insinuarse un renovado “combatiendo al capital”, pero con armas ideales.
En cuanto a la diferencia, mencionada al principio de esta nota, entre gerente, líder y creador de nuevos mundos, se mencionan una docena de ejemplos. Uno es que el gerente (el técnico) es una copia, mientras que el líder es original. Pero el creador de nuevos mundos es un inventor. El gerente pregunta cómo y cuándo; el líder pregunta qué y por qué, en tanto el creador busca anomalías y se encarga de ellas. El primero imita, el segundo crea, el tercero es un cultivador de rarezas. El primero acepta el status quo, el segundo lo cuestiona, pero el creador de nuevos mundos es un revolucionario y un hereje. El gerente es un buen soldado clásico, el líder es como es, y el creador se siente diferente y lo consideran un loco. Además, el creador es implacable. ¿Será todo eso el Adolfo?
La admisión al acontecimiento es considerablemente amplia y familiera, ya que incluye a los estudiantes pero también a sus padres, y a toda persona interesada en el desarrollo personal. Pero, además de albergar esas inquietudes, quien quiera participar deberá oblar 170 pesos. Para estas cuestiones se remite al Ministerio de Cultura y Educación provincial. La lista de patrocinantes de las jornadas es impresionante, abarcando al Ministerio de Educación de la Nación, la OEA y la Unesco, entre muchos otros. Pero, mirando mejor, se advierte que esos “auspicios y declaraciones de interés educativo” son los que han sido solicitados, sin aclararse cuáles fueron conseguidos. Como quiera que sea, el Forum Líderes 2003 está en marcha.

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    Por Julio Nudler
  • Respeto, respeto
 
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