Uruguay empezó a mostrar gestos de acercamiento frente al conflicto por la pastera Botnia. “Espero que en un futuro no muy lejano encontremos una vía de apaciguamiento a esta situación, a través del diálogo”, afirmó ayer el canciller uruguayo Reinaldo Gargano, no sin antes mostrar su confianza en que el gobierno argentino impediría un posible bloqueo a la empresa Buquebús. El embajador argentino destacó la tarea del facilitador.

En lo que parece ser la apertura hacia una instancia de diálogo que modifique la relación bilateral entre los países, Gargano agregó que “pueden existir otros caminos para bajarle los decibeles a este diferendo, que no es un conflicto, porque no tiene pies ni cabeza”. Y que estaba seguro de que el gobierno argentino iba “a tomar las medidas necesarias para que no ocurra” un bloqueo a la empresa Buquebús. Fuentes del gobierno de Tabaré Vázquez aseguraron que “hay disposición al diálogo” aun cuando se mantengan los cortes de rutas en Gualeguaychú y Colón, aunque “el momento actual impone prudencia porque si se ampliasen los cortes de Entre Ríos y si Argentina no reconociese que la pastera de Botnia es inamovible, se volvería a foja cero”.

Por su parte, el embajador argentino en Uruguay, Hernán Patiño Mayer, aseguró que “estamos poniendo lo mejor desde Argentina para que el diálogo le dé paso a la negociación y en esto va la tarea del facilitador real”, y agregó que “no hay diálogo posible si no ayudamos entre todos a construir un clima de concordia”. El presidente Néstor Kirchner declaró semanas atrás públicamente su firme “voluntad dialoguista” y que Argentina esperaba una señal del gobierno de Vázquez para intentar un acercamiento.

Igualmente desde ambas márgenes del Río de la Plata, destacaron que esta instancia debía ser tomada con prudencia, porque lo más “conveniente es pisar sobre terreno firme”.