EL PAíS

Almorzando con Hugo

 Por Horacio Verbitsky

La directiva para que Guido Antonini abordara el avión alquilado por Enarsa le habría sido impartida durante un almuerzo en Caracas con Hugo Chávez Frías. Así consta en el expediente del fuero penal económico en el que se ordenó la captura internacional por contrabando del dueño de la valija incautada en el aeropuerto de Buenos Aires. Tal vez eso ayude a entender por qué al gobierno venezolano le tomó casi dos semanas la decisión de renunciar al vicepresidente de Pdvsa, Diego Uzcátegui, y aun así no se allanó a presentar las disculpas que Néstor Kirchner le reclamó a Chávez, mientras varios funcionarios de su gobierno insistían en acusar al imperialismo y a los medios de comunicación de conspirar en contra del gobierno bolivariano.

La fiscalía también trata de esclarecer una contradicción en los documentos de la Dirección Nacional de Migraciones y de la Aduana acerca del vuelo privado del 28 de setiembre de 2006 que llegó al Aeroparque desde el Uruguay. Si se consulta el registro informático sobre el pasajero Antonini, la respuesta indica que ingresó al país en ese vuelo y presentó pasaporte estadounidense y que salió dos días después desde Ezeiza rumbo a los Estados Unidos. Sin embargo, Antonini no figura en el manifiesto de pasajeros entregado por los pilotos del avión de la aerolínea venezolana Leche Inc., Israel Yarez y José Domingo Pernía. Ese documento, sellado por Migraciones y la Aduana, sólo menciona a Jhonny Yarez, Solcire Salcedo, Julián Martínez y Douglas Pedroza. El apellido correcto del primer pasajero es Yánez Rangel, gobernador del estado de Cojedes, y los demás son funcionarios de su gobierno. Esos cuatro pasajeros más los dos pilotos se convierten en siete personas en el registro de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, que no incluye sus nombres.

Antonini y el joven Daniel Uzcátegui, de 18 años, hijo del ex vicepresidente de Pdvsa, se trataban ante los funcionarios argentinos como tío y sobrino. Si esto fuera algo más que una metáfora eclesial, Uzcátegui padre sería cuñado del valijero. Antonini también dijo a los funcionarios de la Aduana y de la Policía de Seguridad Aeroportuaria que tendría que haber venido a Buenos Aires en el vuelo de Chávez, pero cuando llegó a Caracas desde Miami le dijeron “no, tú te vas con este otro vuelo”. Durante la semana, la fiscal María Rivas Diez buscó determinar quién le había dado esa indicación. La ampliación del testimonio del policía de seguridad aeroportuaria Daniel Ingrosso, tomada en la fiscalía durante la noche del lunes, agregó el dato nuevo sobre la relación de Antonini con Chávez. Según Ingrosso, en la fría madrugada del 4 de agosto y tiritando en su saco veraniego, Antonini explicó que cuando llegó desde Miami no tuvo tiempo de buscar ropa de invierno porque estuvo almorzando con el presidente, y en su mesa se le comunicó que viajaría en el vuelo fatídico de Royal Class.

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