SOCIEDAD › OPINIóN

Macri, la pobreza y el sur

 Por Norberto Alayón *

Hace unos pocos días Mauricio Macri, jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, se expresó públicamente acerca de la pobreza y la asistencia. Con contundencia de novel especialista sobre el tema expresó que “la pobreza no se vence con retórica y viejas recetas, sino con una visión abierta y moderna del problema”.

Cabe reconocer que Macri describe bien los procesos de dualización de nuestra sociedad, entre norte y sur de la ciudad; entre sectores muy opulentos y sectores muy desfavorecidos. Y critica correctamente las “viejas recetas”. Es cierto también que no se propone indagar sobre el origen de la pobreza ni sobre la fundamental incidencia de las políticas implementadas en la pasada década, cuyas consecuencias parece no haber advertido, ni criticado ayer, ni hoy.

Me extrañó que el ingeniero decidiera incursionar en el campo de las ciencias sociales y me pregunté ¿a qué vendrá esta preocupación de Macri por la pobreza?

¿Será para convocar a la llamada (muy débil por cierto) “responsabilidad social empresaria” y también a las organizaciones de la sociedad civil, para contribuir con las insuficientes políticas estatales al respecto?

Y más me asombró la coincidencia con las declaraciones de Luciano Miguens, presidente de la Sociedad Rural Argentina, que afirmó que “hay que resolver el tema del campo, porque el país debe abocarse a otros temas importantes como la pobreza”. Que la tradicional Sociedad Rural se exprese preocupada por la pobreza parece un fantástico ejercicio de humor negro.

Hace mucho que vengo sosteniendo que “la pobreza constituye la violación más flagrante de los derechos humanos”. Y que “la lucha contra la pobreza debiera convertirse en la gran causa nacional”. ¿Será que Macri y Miguens estarán ciertamente decididos a sumarse a esta causa?

Para enfrentar la problemática de la pobreza se deben atacar, simultáneamente, varios frentes. En primer lugar, modificar el rumbo de las políticas económicas que condujeron a esta situación social y que la agudizarán, fundamentalmente si no se desarrollan políticas de empleo y de protección y mejora del salario. Junto con esto, el camino debe ser el de las políticas sociales universales que eviten la caída en la pobreza cuando se producen problemas de empleo. Mientras, en lo inmediato, es indispensable la implementación de políticas de asistencia dirigidas a atender las situaciones más agudas de la pobreza.

El modelo neoliberal que arrasó a la Argentina en los ’90 produjo la extendida pobreza actual. Macri y Miguens adhirieron a ese modelo de exclusión, aunque también hay que reconocer que siempre es posible cambiar y muy loable si ese cambio es para bien. ¿Se estará produciendo ese cambio en Macri y Miguens? Sería hipócrita si yo no expresara que no confío en que ese cambio se haya producido en estos actores sociales y políticos.

Modestamente quisiera contribuir y le sugiero una alternativa diferente: que el presupuesto de su gobierno vaya dirigido, con absoluta y real prioridad, al sur de la ciudad y a los sectores más pauperizados. Habrá que priorizar entonces, activamente, por ejemplo, a Lugano, Soldati, Pompeya, en vez de Recoleta, Palermo, Belgrano.

Que todas las acciones, en suficiente cantidad y calidad, vayan al sur, para generar condiciones de igualdad de acceso a los recursos para toda la población de la ciudad. Las políticas de incentivo al empleo; más planes de vivienda; las mejoras de los hospitales y la creación de centros de atención primaria de la salud; el mejoramiento de los edificios escolares y la creación de más escuelas, bien equipadas; la apertura de suficientes centros culturales y de centros recreativos y deportivos; la creación de jardines maternales; la ampliación y mejoramiento de comedores populares; la creación de hogares para la atención de adultos mayores; el mejoramiento de la infraestructura, deben estar prioritariamente dirigidas a ese sector de la ciudad.

De este modo, se podría contribuir a mejorar las condiciones de vida y a combatir más eficazmente la pobreza, sin retórica, contrarrestando, a la vez, la pobreza política.

* Profesor titular, Facultad Ciencias Sociales (UBA). Autor del libro Asistencia y Asistencialismo (Lumen-Hvmanitas).

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