SOCIEDAD › UNO DE LOS NAZIS MáS BUSCADOS EN EL MUNDO HABíA FALLECIDO EN 1992

El monstruo estaba muerto

Era uno de los médicos más sanguinarios. Extirpaba órganos sin anestesia y con ellos adornaba su oficina. En los últimos años fue buscado en Argentina y Chile. Ahora un canal alemán descubrió que había muerto en Egipto hace más de dieciséis años.

Aribert Heim, uno de los nazis más buscados, conocido como el “Doctor Muerte” y del que se había especulado que podía estar escondido en Argentina o Chile, países donde incluso fue buscado en los últimos años, murió en 1992 en Egipto. Heim estaba acusado de torturar y asesinar a cientos de detenidos en el campo de concentración austríaco de Mauthausen.

La novedad es producto de una investigación del canal de televisión público alemán ZDF, en conjunto con el diario estadounidense The New York Times. Ambos medios afirman que están en posesión de una copia del acta de defunción y cientos de documentos que prueban que se trata efectivamente de Heim, muerto –de acuerdo con el informe periodístico– de un cáncer. En la producción aparecen como fuentes el hijo del fallecido, así como amigos y conocidos en Egipto.

“Murió el día de la clausura de los Juegos Olímpicos (de Barcelona), temprano por la mañana”, explicó el hijo de Heim, Rüdiger, a los dos medios. Fue el 10 de agosto de 1992, a la edad de 78 años.

Este antiguo miembro de las Waffen SS ocupó durante mucho tiempo la segunda posición en la lista de nazis más buscados, tras Alois Brunner, uno de los diseñadores de la “solución final” y principal asistente de Adolf Eichmann. Una vez que se dio por hecho que Brunner murió en Damasco hace diez años, Heim pasó al primer puesto.

Heim, nacido en Austria en 1914, aunque poseedor de la nacionalidad alemana, está considerado como uno de los más sanguinarios criminales de guerra nazi y se sospecha que torturó y asesinó a cientos de detenidos en campos de concentración de Alemania y Austria inyectándoles nafta en el corazón o arráncandoles órganos sin anestesia. Se cree que pudo llevar a cabo 244 de estas “operaciones” en el campo de Mauthausen. La brutalidad y perversión de Heim le valieron ser comparado con frecuencia al doctor Josef Mengele.

Su sadismo, mezcla de odio racial, de curiosidad científica y de crueldad, sobrepasaba el del resto de los médicos de los campos de concentración, juzgó Ernst Klee en su libro Auschwitz, la medicina nazi y sus víctimas. Este hombre de apariencia seductora, ojos azulgris, alto (1,90 m), tenía una marca particular: una cicatriz en forma de V en la comisura de los labios, recuerdo de un duelo con arma blanca.

Heim se convirtió en miembro de la Waffen SS en 1940. Se afilió al Partido Nazi (Nsdap) antes incluso de la anexión de Austria por Alemania en 1938, cuando el Nsdap estaba prohibido en su país. En octubre de 1941, un año después de diplomarse como médico, fue enviado a Mauthausen, tras haber ejercido la medicina en los campos de concentración de Buchenwald y Sachsenhausen, en Alemania.

Detenido por los norteamericanos el 15 de marzo de 1945, fue internado en el campo de prisioneros de Ludwigsburg (sudoeste de Alemania). Entre 1947 y 1949 fue obligado a trabajar en una mina de sal, antes de ser liberado, probablemente debido a su colaboración con los aliados. Heim abrió un consultorio de ginecología en Baden-Baden, antes de desaparecer en 1962, cuando las informaciones sobre su pasado nazi comenzaron a emerger públicamente y la policía de la RFA se disponía a detenerlo. No fue hasta 1979 cuando un tribunal de Baden-Baden lanzó una orden de detención internacional contra él.

Según ZDF, Aribert Heim vivía en Egipto con una falsa identidad y se había convertido al Islam. El importante cazanazis Efraim Zuroff, del Centro Simon Wiesenthal, había dicho en julio pasado que creía que Heim estaba aún vivo y se escondía en Sudamérica, en Argentina o Chile. Respondiendo al anuncio de ZDF, Zuroff dijo que sonaba creíble, pero que prefería esperar la confirmación para pronunciarse.

Los sobrevivientes de Mauthausen acusaban a este médico padre de tres hijos de experimentos crueles y grotescos, como la apertura en canal de prisioneros para extirparles el hígado, entre otros muchos.

“Castró a gente, usó partes de sus cuerpos para decorar su oficina. No estoy ofreciendo estos detalles para impresionar, sino para que la gente entienda lo importante que es detener a este criminal”, explicó Zuroff.

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Heim torturó y asesinó a cientos de detenidos en los campos.
 
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