SOCIEDAD › EN LA CIUDAD, DESDE HOY SECUESTRAN EL VEHíCULO A QUIEN CRUZA CON LUZ ROJA

Quedar a pie por ir apurado

La medida se aplicará en forma rotativa en las veinte esquinas con mayor siniestralidad. El infractor recuperará el vehículo después de comparecer ante el fiscal. La sanción podrá ser una multa de 300 a 3000 pesos y hasta cinco días de arresto.

 Por Eduardo Videla

A partir de hoy, cruzar una bocacalle con el semáforo en rojo en la ciudad de Buenos Aires será motivo suficiente para que los agentes de tránsito secuestren el vehículo del infractor. La medida fue adoptada por el Ministerio de Seguridad porteño, en base a una resolución del fiscal general de la ciudad, Germán Garavano. Los primeros días, la medida se aplicará en forma experimental y rotativa, en una de las veinte esquinas porteñas más peligrosas. Una vez detectada la falta, los agentes de tránsito detendrán al infractor y pedirán autorización al fiscal de turno, por vía telefónica, para el secuestro del vehículo, que se prolongará hasta que su titular comparezca ante la Justicia contravencional. “Si la medida resulta exitosa, enviaremos un proyecto a la Legislatura para que el secuestro del vehículo se haga en forma automática, sin la previa consulta al fiscal”, dijo a Página/12 el subsecretario de Seguridad Urbana, Matías Molinero.

“La medida está en sintonía con una resolución de la Fiscalía General de la ciudad, que recomienda la adopción de criterios rigurosos contra quienes no respetan los semáforos”, informó el gobierno porteño en un comunicado. Se refiere a un dictamen de Garavano, quien instruyó a todos los fiscales contravencionales para que ordenen el secuestro del vehículo ante la violación de la luz roja, tal como lo dispone el artículo 12 del Código Contravencional.

Los inspectores de tránsito ya aplican una medida similar para los conductores que manejan alcoholizados. Y desde el lunes 14 de septiembre entrará en vigencia la ley sancionada días atrás por la Legislatura según la cual también se procederá al secuestro del vehículo de quienes excedan en más de 40 kilómetros por hora la velocidad máxima.

–¿Por qué en este caso no se recurre a la sanción de una ley? –preguntó Página/12.

–Porque para la violación de la luz roja ya hay una ley que lo autoriza, que es el Código Contravencional. Allí dice que el fiscal podrá disponer el secuestro del vehículo en esos casos. A partir de la resolución del fiscal general, ese criterio podría aplicarse a todos los casos –explicó Molinero a este diario.

Como para poder aplicar esta medida es necesario detener al infractor, el Ministerio de Seguridad aplicará un sistema de postas: en una esquina un equipo de agentes controlará si hay vehículos que cruzan con luz roja, y a cien metros, otro equipo será el encargado de detener al infractor, labrarle el acta, consultar al fiscal y secuestrar el vehículo. Allí habrá disponible una grúa, que será la encargada de hacer el acarreo del vehículo hasta la playa de infractores.

El operativo comenzará hoy a las 10.30 en la esquina de Santa Fe y San Martín, en Retiro, “para mostrar cómo se actuará”. El sistema irá rotando todos los días, en los veinte puntos de mayor siniestralidad de la ciudad, durante todo septiembre. “A partir de octubre se van a hacer dos o tres postas por día”, adelantó Molinero.

El mismo método se aplicó con el control de alcoholemia. El Código Contravencional autoriza el secuestro del vehículo previa orden del fiscal. En mayo de 2008, Garavano dictó una resolución similar, instruyendo a los fiscales para que adopten ese criterio. “Ante el éxito de esa medida, con la cual se logró bajar la cantidad de infracciones por alcoholemia al 0,7 por ciento de los controlados, un valor similar al de Europa, mandamos un proyecto de reforma al Código de Tránsito que autoriza o secuestra el auto directamente, sin necesidad de una orden del fiscal”, informó el funcionario.

Los vehículos secuestrados serán trasladados a la playa de la Dirección General de Seguridad Vial, ubicada en Herrera y Aráoz de Lamadrid, en el barrio de Barracas. Para retirarlo, el infractor deberá primero comparecer ante el fiscal de turno, quien le retendrá la licencia hasta que pague la multa –de 300 a 3000 pesos– o cumpla con una probation. Si la falta es muy grave, se podrá aplicar un arresto de uno a cinco días, según lo dispone el Código Contravencional.

Desde el gobierno porteño toman uno de los argumentos esgrimidos por Garavano: “La prisa de llegar a destino que prevalecía en el conductor frente a la prohibición de violar la luz roja no desaparece por el simple hecho de ser detenido con objeto de labrarle el acta contravencional respectiva”, dice su argumentación. “La experiencia indica que esos valiosos minutos perdidos, que deberán ser recuperados por el conductor, volverán a situarlo en la reiteración de la infracción hasta que finalmente llegue a destino. (Por eso) La situación de peligro referida sólo puede ser neutralizada razonablemente a través de la medida precautoria de inmovilización y depósito del rodado”, estableció la resolución.

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Si la experiencia resulta exitosa, el gobierno porteño enviará un proyecto a la Legislatura.
 
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