SOCIEDAD › DENUNCIAN EL ASESINATO DE UN MUSICO ARGENTINO EN BOLIVIA

Muerte dudosa por mano ajena

Osvaldo Oteman denunció el asesinato de su hijo, Gustavo, en La Paz. Acusa a los padres de su nuera, familiares del ex presidente Paz Estenssoro. Oteman pudo frenar la cremación y en una segunda autopsia comprobó que no murió asfixiado sino de un golpe.

 Por Emilio Ruchansky

La muerte del músico argentino Gustavo Oteman en el hotel Torino de La Paz, Bolivia, estuvo plagada de dudas desde el principio. Su cuerpo sin vida apareció el 26 de julio de 2010 y su padre, según le relató ayer a este diario, tuvo el reflejo de impedir que su nuera lo cremara. “Logré que se hiciera una autopsia en Bolivia que indica que murió asfixiado. Repetí el examen en Argentina y resultó que tenía heridas en la cara y un golpe muy fuerte en la cabeza, que le provocó la muerte”, contó Osvaldo Oteman. Según él, su hijo le había dicho días antes de fallecer que había tenido una fuerte discusión con sus suegros, familiares de Víctor Paz Estenssoro, presidente de Bolivia en cuatro ocasiones. “Creo que ellos mandaron algún matón al que se le fue la mano”, sugirió Oteman y pidió al mandatario Evo Morales “una aclaración urgente”.

En el año 2000, Gustavo conoció a su esposa, Marina Paz, en Estados Unidos, cuando vivía allí junto a su padre. “Estuvieron juntos un tiempo y luego se separaron, mi hijo conoció a una estadounidense, se casó y se divorció. Y al tiempo volvió con Marina y tuvieron un hijo. Cuando se fueron a vivir a Bolivia, los padres de ella decían que él era bígamo aunque mi hijo tenía los papeles del divorcio”, dijo. Esta pelea derivó en una agresión de Gustavo hacia su suegra, luego de que ésta lo atacara, contó su padre. “Mi hijo la tomó del cuello para frenarla”, agregó.

“Llevaban un mes viviendo en la casa de los padres de Marina y él se fue al hotel Torino, muy peleado con ella y con sus padres. Pasan un par de días y aparece muerto...”, relató el hombre. Cuando el personal del hotel entró en el cuarto, Gustavo, de 32 años, llevaba más de un día y medio muerto. Paz llamó a los familiares de su marido, quienes viven en Mar del Plata, y les adelantó que cremaría el cuerpo, según relató Oteman. Tras varias gestiones diplomáticas, y gracias al cónsul argentino en Bolivia, Gustavo García, finalmente se realizó una autopsia.

Este primer estudio, firmado por el doctor José Teófilo Daza Pérez, indica que el músico argentino falleció por “asfixia mecánica por sofocación por broncoaspiración”, es decir, ahogado en su propio vómito. No había rastros de alcohol ni de otras sustancias tóxicas. Marina Paz se opuso a que se realizara un examen interno del cadáver, como consta en las actas de la autopsia realizada en el Hospital de Clínicas de la Paz. En su cara, Gustavo tenías tres rasguños y en la cabeza un fuerte golpe, que no pudo ser estudiado por la oposición de Paz.

“Para el forense de Bolivia (la causa de muerte) fue el edema cerebral con trastorno de la conciencia y aspiración de vómito con la consecuente asfixia anóxica. Para mí, el traumatismo encefalocraneano produjo un hematoma subdural subagudo, que por el efecto de masa y aumento de la presión intracraneana lo llevó al paro cardiorrespiratorio”, consignó en su autopsia Gerardo Chiodetti, forense de la Policía Científica de Mar del Plata. Este especialista aseguró que Oteman recibió el golpe en vida y consideró razonable la hipótesis de “homicidio”.

El caso estuvo a cargo del fiscal Sergio Céspedes Alvarez, quien fue reemplazado en diciembre de 2011, tras dilatar los tiempos de la investigación. Entre otros puntos, la resolución que lo apartó del caso destaca que no estuvo presente en la declaración de los suegros, Prudencio Paz y Cristina Ana Haylik Ehler, lo que prueba que faltó “a criterios de justicia, transparencia, eficiencia y eficacia”. Incluso, se lo critica porque “no demuestra un trato de respeto y consideración con la víctima” y “ha perdido la objetividad”.

“El fiscal Céspedes Alvarez retrasó todo. Había pendiente diez citaciones de empleados del hotel, el allanamiento, el nombramiento del perito fotográfico, el informe del médico forense para que explique las contradicciones. Hubo demasiado encubrimiento y creo que tiene que ver con el poder que tienen los Paz Estenssoro”, comentó Osvaldo Oteman, quien viajó a La Paz en octubre del año pasado. Allí se alojó en la misma habitación donde murió su hijo y estuvo tres meses investigando por su cuenta y presionando a la Justicia boliviana.

Mientras la fiscal del Distrito La Paz, Betty Yañiquez, designaba como nueva fiscal del caso a Patricia Santos, Oteman aprovechó su estadía en La Paz para enviar algunas cartas a dependencias oficiales. Y también al presidente Morales: “Me permito solicitarle muy respetuosamente se pida una aclaración del hecho, considerando que por todas las instituciones que le confiere su mandato, usted puede pedir los informes necesarios y pedir una aclaración urgente del caso. Estoy seguro de contar con su cooperación, conocedor de su espíritu de colaboración con la gente necesitada”.

En diálogo con Página/12, Oteman insistió en responsabilizar a la familia de la esposa de su hijo. “No digo que lo hayan querido matar, sino que lo quisieron asustar y se les fue la mano, por algo su esposa estaba tan apurada por cremar el cuerpo”, dijo. El hombre dejó su trabajo a bordo de un barco pesquero para poder dedicarse a resolver lo ocurrido con su hijo, a quien vio por última vez en 2009, en una visita familiar.

“Habiendo tantas irregularidades no puedo dejar esto así”, comentó. De su nieto Luca Román solo sabe que asiste a un colegio en Estados Unidos, donde vive actualmente su nuera.

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Osvaldo Oteman logró determinar que a su hijo le dieron un golpe en el cráneo que le provocó la muerte.
 
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