SOCIEDAD › ROMPIó EL GLACIAR PERITO MORENO DE MADRUGADA

Un perito sin testigos

Quiso la naturaleza que la ruptura del glaciar Perito Moreno se produjera a la madrugada, sin luz ni cámaras. Con los avezados turistas dormidos en sus hoteles. Sin las exclamaciones de asombro. En medio de una lluvia torrencial y a metros de las pasarelas vacías, el cautivante monstruo de hielo se partía en la oscuridad. Los guardaparques fueron esta vez los únicos privilegiados en escuchar el ruido ensordecedor, entre las 3.40 y las 4. “El estruendo fue muy grande”, relató uno de ellos.

Es la cuarta vez que se produce el fenómeno en la última década. Además de la de ayer, las rupturas datan de 2004, 2006 y 2008. Antes, el caprichoso glaciar santacruceño había pasado 16 años, desde 1988, sin avanzar hacia la península de Magallanes para, después, estallar en bloques de hielo azulado sobre el Brazo Rico.

“El estruendo fue muy grande y sucedió alrededor de las cuatro, cuando llovía a baldes y no quedaba gente en el mirador. Solamente estaban nuestros compañeros del parque que lo seguían desde el refugio. Esta mañana amaneció totalmente despejado. Pasó la oscuridad y hoy ya se ve el canal”, contó Carlos Corvalán, intendente del Parque Los Glaciares.

Cientos de turistas, locales y extranjeros, habían llegado a El Calafate para presenciar el majestuoso derrumbe. El horario había sido ampliado en la última semana, y permitía visitas de 6.30 a 20, mientras que por las noches cerraba para prevenir accidentes. La Cooperativa Telefónica de El Calafate transmitía el minuto a minuto en su página electrónica (www.cotecal.com.ar) bajo la opción “vivo glaciar”.

El espectáculo que ofrece el Perito Moreno comienza cuando, en su avance, la lengua de hielo llega a la península de Magallanes y cierra como un dique el Brazo Rico. Ese bloque se formó, esta vez, en octubre pasado. Allí, el agua comienza a acumularse y a presionar sobre la barrera de hielo, hasta que el aumento del nivel y la presión del caudal del Rico hace que, por flotación, la masa de hielo se desprenda del lecho rocoso y se produzcan filtraciones hacia el cuerpo principal del Lago Argentino.

Esas filtraciones y la presión del agua van deteriorando el dique de hielo, que en el proceso de perder poco a poco su masa por sucesivos desprendimientos, adquiere la forma de un arco, hasta que finalmente éste se derrumba por completo y deja despejado el Canal de los Témpanos. Esa singularidad vuelve al Perito Moreno, con sus 254 kilómetros cuadrados de superficie, el más famoso de los 353 glaciares que albergan el Parque Nacional, y el tercero en tamaño, precedido por el Viedma, de 977 kilómetros cuadrados, y el Upsala, de 765.

“El hielo (el borde de la lengua del glaciar) quedó muy cerca de la costa, por lo que estimamos que para fin de año podría estar cerrado nuevamente”, vaticinó el intendente del parque.

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El dique del Perito Moreno cayó, esta vez sin testigos.
Imagen: Télam
 
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