SOCIEDAD › UNA CRíA DE CETáCEO EN PUERTO MADERO

Se equivocó la ballena

Una ballena jorobada joven entró perdida en un dique de Puerto Madero. Un operativo intentaba regresarla a su hábitat natural.

Una ballena jorobada joven de unos siete metros de largo apareció ayer a las nueve de la mañana en el dique cuatro de Puerto Madero, en donde está emplazado el Yacht Club. El desorientado animal pudo salir del dique por unos minutos, pero se espantó con el ruido de los motores de las embarcaciones y se metió nuevamente en el puerto. Expertos de la Secretaría de Ambiente de la Nación y de la Fundación Cethus trabajarán en conjunto con Prefectura Naval Argentina durante toda la noche para lograr guiar al animal hacia aguas abiertas. Cientos de personas se detuvieron en el lugar a filmar, sacar fotos y observar a la ballena.

Una gran cantidad de personas se asomó a lo largo de la baranda que rodea el dique cuatro, al tiempo que intentaba seguir la trayectoria del cetáceo en las opacas aguas del dique. Cada tanto, un movimiento ondeante llamaba la atención de alguno de los presentes que señalaba y advertía al grito de “¡ahí está!”. A los pocos minutos, el animal exhalaba, entre los gritos de asombro y emoción de los espectadores.

“No veo nada, pero cuando suba la ballena bebé le ponemos esta correa y la llevamos al mar”, le propuso una nena a su madre al tiempo que aferraba la correa de su cachorro. A su lado, dos chicas sacaban fotos mientras buscaban identificar a qué especie correspondía el inusual visitante.

Un joven que pasaba corriendo distraído se detuvo al ver tanta gente y empezó a preguntar a los presentes qué pasaba. “Hay una ballena”, le explicaron unos nenes que circulaban en la dirección en que se movía el animal. “No la sacaron porque la pueden lastimar con los botes, van a esperar para que no se asuste”, dijo el más chico del grupo.

Según contó a Página/12 Sonia Renison, del área de prensa de la Secretaría de Ambiente, “se trata de un ejemplar juvenil de ballena jorobada que presenta lesiones en la piel y un alto grado de desnutrición”. Sin embargo, desde el organismo explicaron en un comunicado que “no se percibió grado de estrés cuando los expertos midieron la respiración” de la ballena en las aguas del dique en Puerto Madero a donde llegó ayer a la mañana.

En el dique también estuvieron presentes expertos de la Fundación Cethus que participaron de la búsqueda para analizar la situación y pasos a seguir junto con los efectivos de Prefectura Nacional.

Según expresaron desde la Secretaría de Ambiente, “los expertos intentaron guiar al cetáceo con embarcaciones, para orientarlo hacia la salida al mar, pero al acceder hacia la boca del estuario la ballena regresó” asustada por los ruidos de los motores de las embarcaciones “y se alojó dentro del dique cuatro”, donde permaneció durante todo el día de ayer.

Si bien en un principio surgió la posibilidad de trasladar al animal acuático usando una grúa, los expertos explicaron que resulta imposible movilizarla con ayuda mecánica pues podrían “quebrarle la columna vertebral”. Para los técnicos, “la mayor dificultad es el motor de las embarcaciones de Buquebús”, que está a metros de donde se desplazaba el animal. Además, agregaron que se desconoce aún la razón por la que la ballena llegó a Puerto Madero aunque creen que se perdió de su manada y está desorientada.

Personal de la Dirección de Ambiente, de la Nación, y la Fundación Cethus diseñaron un plan de contingencia para lograr salvar a la ballena de una muerte segura, dado que es un animal de aguas saladas, corrientes y está en medio del agua turbia y dulce dentro de los diques.

Los agentes de Prefectura hicieron “circular un gomón con especialistas y personal de la fuerza para guiar a la ballena hacia aguas abiertas, que es su hábitat natural, y evitar que se lastime”, dijo un vocero de esta fuerza.

El animal “da vueltas en derredor de los yates y a veces se choca contra el paredón, por lo que intentamos que no se lastime” y aseguró “es un animal de agua salada y su alimentación básica es el krill”.

“El dique cuatro es un dique artificial, sin bancos de arena, por lo que no corre ningún riesgo” de quedar estancada, detalló el vocero de la fuerza. Hasta el cierre de esta edición, los expertos montaban una guardia nocturna para aprovechar el horario en que las aguas están calmas y guiar a la ballena a mar abierto.

Informe: María Fernanda Rezzano.

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La ballena jorobada en el dique 4, perdida de su manada y sorprendiendo a una multitud que la fotografiaba.
Imagen: Leandro Teysseire
 
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