SOCIEDAD

Los chicos que se ponen manos a la obra para no abandonar su tierra

Más de 200 jóvenes salteños se sumaron a los beneficiarios de un plan que subsidia emprendimientos presentados por desocupados del Gran Buenos Aires y del interior del país. En total fueron elegidos 342 proyectos, que recibirán 1,6 millones de pesos.

Desde Salta

Un micro tripulado por “changos y chinitas” –así se hacen llamar sus propios creadores– recorrerá la ciudad de Salta vendiendo platos típicos elaborados por jóvenes que trabajaban en la calle. Otros fabricarán prótesis dentales a bajo costo, lo que ya incentivó a cientos de abuelos a anotarse en una lista de espera. Un grupo de estudiantes producirá juegos de mesa con figuras tradicionales con el fin de resaltar el valor histórico de gauchos y aborígenes. Estos son algunos de los 35 proyectos, que reúnen a más de 200 jóvenes de Salta, que resultaron premiados por el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación en el marco del concurso Manos a la Obra - Jóvenes por el desarrollo. Los chicos, todos desocupados, coincidieron en que se trata de una oportunidad –los proyectos recibirán un subsidio oficial no reintegrable– ante la falta de trabajo. Y destacan que fueron beneficiados más allá de su color político o “de dónde seamos”, señaló uno de los ganadores.
Para muchos, el subsidio a sus emprendimientos evita, por ahora, que tengan que abandonar, por falta de trabajo, la ciudad donde nacieron, rodeada de montañas verdes. Los jóvenes recibirán capacitación relacionada al tipo de proyecto presentado y una organización no gubernamental local -en Salta, será la Fundación Betania– administrará el subsidio. El concurso se lanzó en octubre 2003 en diez provincias del país: Misiones, Salta, Córdoba, Buenos Aires, La Rioja, Santa Fe, Corrientes, Mendoza, Chubut y Río Negro. En total, son 1616 los proyectos presentados, de los cuales resultaron elegidos 342. Los subsidios ascienden a 1.628.277 pesos.
“¿Por qué las prótesis son tan caras?”, se preguntó uno de los grupos de emprendedores. Y descubrió que “los materiales no son tan costosos, lo que encarece el producto es el trabajo del odontólogo”, dijo Karina Barraza, integrante del grupo. Las prótesis dentales que ellos producirán –y que en el mercado local valen 600 pesos– costarán 80 pesos, serán fabricadas por mecánicos dentales y certificadas por odontólogos. Los 6 integrantes del grupo serán capacitados en mecánica dental. “Encima que salen caras, los abuelos tienen que renovarlas cada cinco años porque sus encías se les van achicando. Por eso nos pareció una buena idea realizar este proyecto”, resaltó Karina. El listado de pedidos creció de inmediato en los geriátricos. Según Karina, como están en la etapa de capacitación todavía no empezaron a trabajar y ya tienen un cúmulo de solicitudes que jamás imaginaron.
Otro de los grupos ganadores contó a este diario que su proyecto consiste en la compra, cría y posterior venta de pollos. “Nos viene bastante bien esta ayuda. Acá en la provincia siempre hubo este tipo de iniciativas pero siempre se las repartieron entre el oficialismo. Acá, en cambio, hay una pluralidad de grupos que fueron beneficiados más allá del color político o de dónde seamos. Esperemos que la provincia lo imite”, puntualizó Eduardo Gutiérrez.
“Lo que más nos llama la atención de los proyectos que presentan los jóvenes es la creatividad. Con este concurso, quisimos trabajar en la franja de 18 a 25 años, que hasta ahora no había sido beneficiada por ningún plan. La idea fue que los jóvenes no busquen el trabajo sino que se animen a crearlo”, detalló el viceministro de Desarrollo Social de la Nación, Daniel Arroyo. En cada lugar donde se lanzó el concurso, los jóvenes recibieron en forma previa capacitación sobre cómo diseñar un emprendimiento. Los 35 proyectos ganadores de Salta fueron elegidos entre un total de 170 presentados. “Confiamos en el empeño que pondrán los jóvenes en su proyecto. Vamos a acompañar su funcionamiento”, indicó el titular de la Dirección Nacional de Juventud, Mariano Cascallares.
El “micro de changos y chinitas salteños”, como lo llaman sus creadores, es un proyecto presentado por un grupo de jóvenes que desde chicos trabajaron en la calle, razón por la que abandonaron la escuela. Ahora asisten a un Centro de Día, donde reciben ayuda y contención. Allí, también recibieron impulso para participar en el concurso. Se trata de un ómnibus que recorrerá la ciudad vendiendo platos típicos de la zona.
“Con este proyecto esperamos mostrarles a los chicos que podemos salir adelante y superarnos. Que podemos conseguir trabajo y ayudar a nuestra familia”, describió con voz suave y pausada Dalila Ortuño, de 19. “Me acuerdo que cuando tenía 7 años salía a mendigar a la calle. Ahora creo que eso está mal y no quiero que otros chicos pasen lo mismo que yo”, contó José Garceta, de 17 años. Por eso, José, Dalila, junto a otros chicos del Centro de Día, recorren la ciudad para “recuperar a chicos que trabajan en la calle” y luego hablan con los padres de los niños y les dicen “que eso puede evitarse”.
La enfermedad de Romina Vaca la ayudó a crear su propio emprendimiento. Romina es celíaca y no puede consumir alimentos que contengan gluten, una proteína que se encuentra en el trigo y otros cereales. La comida para celíacos es “cara y difícil de conseguir”, informó Romina. Esa dificultad la obligó a elaborar sus propios platos, que ahora realizará y venderá, junto a otros chicos. También elaborarán comida para diabéticos. “No hay mucho trabajo. Además, los que hay son muy selectivos, tenés que tener experiencia y es difícil adquirir experiencia cuando no te dan una oportunidad. Esta oportunidad es buena para iniciarse laboralmente”, aseguró Romina.
Otro de los ganadores es un grupo de estudiantes de historia y antropología que fabricará juegos de mesa con figuras tradicionales con el fin de resaltar el valor histórico de gauchos y aborígenes. También los habrá de diversas culturas como celta, egipcia, china y africana. “Queremos que lo tradicional vuelva a tener valor”, señaló Bruno Chiodini. Y dejó en claro su objetivo: “Muchos chicos se van de la provincia por la falta de trabajo. Yo no quiero irme de aquí por nada del mundo”.
Informe: Silvia Marchant

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Los chicos salteños recibieron subsidios no reintegrables del Ministerio de Desarrollo Social.
 
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