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Animales patentados, con ficha técnica y chapa metálica incluidas, donde constarán todos sus datos. Esto es lo que ordena la norma sancionada el jueves último por el Concejo Deliberante de la ciudad santafesina de Rafaela, que instaura un registro municipal de animales domésticos y mascotas. La patente tendrá un costo de seis pesos y su renovación será anual. Así, perros, gatos, canarios y hasta las tortugas tendrán prohibido circular libremente por la calle y sus dueños deberán pagar multas de hasta mil pesos en caso de cometer alguna “falta grave”. Además, la implementación de esta norma le dice adiós al clásico regalo de la mascota ansiado por tantos chicos: el propietario “tiene que ser mayor de 18 años”.
El autor de la norma, Rodolfo Enrico (Alianza), explicó que la ordenanza se elaboró luego de “numerosas quejas de los vecinos por molestias y daños ocasionados, sobre todo, por perros. Además, en la ciudad hay una importante cantidad de personas que sufren enfermedades derivadas de los animales, como la sarna o patologías en los ojos”. El concejal mencionó a este diario, incluso, el caso de un chico “que necesitó de nueve cirugías para poder recomponerse de las mordeduras de un perro”.
El proyecto fue votado en forma unánime y, según anticipó el subsecretario de Salud y Medio Ambiente de Rafaela, Silvio Bonafede, cuenta con el apoyo de la intendencia, a cargo del justicialista Omar Perotti. Sin embargo, la norma no cuenta con el visto bueno de varios vecinos que se oponen al pago de la curiosa patente.
Una vez que la medida sea promulgada, los propietarios de mascotas deberán completar una ficha ante el Registro Municipal de Animales y la Dirección de Sanidad Animal. Allí tendrán que figurar datos sobre la especie, raza, año de nacimiento, residencia habitual, vacunas, nombre del propietario y especificar si el animal tiene antecedentes agresivos. Los concejales aún discuten, incluso, si los datos también estarán detallados en una chapa que colgará del cuello de la mascota o si se les hará “un tatuaje”, señaló Bonafede.
La ordenanza prohíbe la tenencia y circulación de perros, gatos y otros animales que no estén patentados, aunque aquellos que estén identificados no podrán andar sueltos por caminos públicos y lugares abiertos. Sólo podrán estar en algunas zonas de los lugares destinados al esparcimiento. Los exceptuados serán los perros guías para no videntes.
El texto establece además infracciones leves, graves y muy graves –como maltrato o ataques– cometidas por los animales, que deberán ser subsanadas por sus dueños a través de multas que van de los cien a los mil pesos. Y hasta intervendrá el Juzgado de Faltas para establecer la multa. También se sancionará “el no retiro de excrementos”, la “no vacunación”, la tenencia de animales ruidosos y su “donación como premio o recompensa”. Una primera versión de este proyecto generó tal polémica en la ciudad que debió ser reelaborado. Es que el texto proponía directamente la eutanasia para los animales callejeros, en caso de que nadie los fuera a buscar a la perrera. La normativa sancionada ahora establece que los animales encontrados “en infracción” o abandonados serán derivados a “refugios municipales especialmente preparados”, según indicó Bonafede. Allí funcionará un sistema de padrinos temporarios para que los animales sin dueño sean cuidados. El municipio deberá “asignarles una terapia que logre o intente reinsertarlos en una vida de relación”, señala el texto.
Bonafede admitió que su aplicación entre los santafesinos “no va a ser fácil”, aunque aseguró que “hemos tenido accidentes graves por perros que andaban en las calles. Las mordeduras son muy comunes en los hospitales”. Enrico, por su parte, manifestó que en la ciudad ubicada al noroeste provincial, poblada por 90 mil habitantes, hay “entre 10 y 15 mil animales, de los cuales unos 4 mil –hasta ahora– caminan libremente”.