SOCIEDAD

No se ponen de acuerdo en torno de la acusación al tirador de Belgrano

Martín Ríos fue procesado con el agravante de matar “con placer”. La calificación desató una fuerte polémica entre especialistas.

 Por Raúl Kollmann

Los términos del procesamiento dictado por la jueza María Dolores Fontbona de Pombo contra el tirador de Belgrano, Martín Ríos, produjeron ayer una intensa polémica. Tal como anticipó Página/12, camaristas, penalistas y psiquiatras forenses consideraron, como mínimo, apresurada la afirmación de que Ríos mató “con placer”, dado que apenas hubo un solo encuentro entre los psiquiatras de todas las partes y por unanimidad se propuso allí internar a Ríos en la unidad carcelaria del Borda para que se le observe y se empiecen a encontrar elementos que puedan precisar si es imputable o inimputable. La defensa de Ríos presentará entre hoy y mañana la apelación y a partir de ese momento se sorteará una sala de feria de la Cámara del Crimen para que se expida. El psiquiatra forense de la defensa, Mariano Castex, emitió un durísimo comunicado contra el abogado de la familia de Alfredo Marcenac, víctima del tirador de Belgrano, quien lo había acusado de preparar a Ríos para simular un estado de locura.

Dos conocidos psiquiatras forenses, Osvaldo Raffo y Miguel Angel Maldonado, expresaron ayer su asombro por el agravante con el que la jueza Pombo calificó lo hecho por Ríos. La figura de “homicidio simple agravado por placer” prácticamente no fue utilizada en los últimos cien años, porque requiere de un largo y profundo análisis psiquiátrico. En diálogo con el programa “El Exprimidor”, Maldonado dijo que a esta altura no puede haber elementos para fundamentar semejante calificación, mientras que Raffo, en diálogo con este diario, sostuvo que “para emitir semejante diagnóstico se necesitan numerosas sesiones de estudio de los psiquiatras con el acusado”. La realidad, según averiguó Página/12, es que hubo un solo encuentro de los profesionales con Ríos y éste se mantuvo en absoluto silencio. Hasta el propio perito de parte del imputado, Mariano Castex, sugirió que debía estudiarse si no estaba simulando y en ello coincidió con el perito designado por la familia Marcenac, Luis Kvitco.

Por ello, y en acuerdo con los forenses oficiales, se le propuso a la jueza Pombo la internación en la Unidad Penitenciaria 20, ubicada dentro del hospital Borda, para realizar una observación del acusado. La jueza, sin embargo, desechó la idea y se guió por la revisación física y psíquica que se le hizo a Ríos enseguida después de la detención, un trámite de rutina que tiene como objetivo hacer un diagnóstico superficial.

La defensa de Ríos presentará entre hoy y mañana la apelación. Los doctores Angel Ramallo y Augusto Coronel argumentarán que no hay pruebas contundentes de que Ríos disparó. En ese terreno es muy difícil que tengan éxito, pese a que los reconocimientos no fueron muy contundentes. Sucede que las pericias balísticas son categóricas y está probado que de la pistola que está a nombre de Ríos salieron los disparos que mataron a Marcenac.

Lo que provocará más polémica en la Cámara del Crimen es si Ríos es imputable o no, si comprendió la criminalidad de lo que hizo. En el procesamiento, la jueza Pombo ya se pronunció de hecho por la imputabilidad y su posición parece ser que, en todo caso, se discuta en el juicio oral. Quien manifestó ayer su indignación fue Castex, que respondió con máxima dureza a los dichos públicos del abogado de los Marcenac, quien prácticamente lo acusó de preparar a Ríos para simular locura. “Tengo un respeto ganado entre mis colegas –señaló Castex–, y cuando se me agravia con la injuria y la calumnia se agravia a todos los profesionales legistas. Si hay que condenar a alguien, hágase ello con justicia y sin aditamentos carnavalescos.”

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Según la acusación, Ríos fue “preparado para simular locura”.
 
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