SOCIEDAD › LAS PERICIAS HABRIAN DETERMINADO QUE EL FUEGO FUE PROVOCADO

Certezas de un incendio intencional

Tal como lo denunciaron los afectados, la Justicia investiga un incendio intencional. El fuego comenzó en tres puntos simultáneos. El gobierno porteño se presentará como querellante.

 Por Eduardo Videla

Lo que el jueves eran denuncias y sospechas ayer, se convirtió en certezas. Las pericias realizadas por los bomberos habrían determinado que el incendio que devastó el asentamiento Villa Cartón, en el barrio de Villa Soldati, fue intencional. Fuentes judiciales, incluso, dejaron trascender que ya se investigan las motivaciones. El gobierno porteño se presentará como querellante el lunes, para que se investigue hasta las últimas consecuencias. Mientras tanto, la mayoría de las personas afectadas por el desastre permanece en un terreno baldío vecino a la villa incendiada: rechazan ser alojados en los centros de evacuados dispuestos por el gobierno porteño, aunque algunos se trasladaron a un espacio habilitado en el Parque Roca. Insisten en ubicarse en los terrenos que ya tienen asignados a veinte cuadras de allí, en Avenida Cruz y Varela, donde otros vecinos manifestaron durante todo el día en rechazo a ese traslado.

Las denuncias de los afectados acerca de la intencionalidad del origen del incendio –tal como informó ayer Página/12– fueron virtualmente confirmadas por funcionarios porteños. “Todo apunta a que hubo intencionalidad”, dijo a Página/12 el ministro de Gobierno, Diego Gorgal. Todavía no había visto las pericias que concluyeron, ayer por la tarde, los bomberos de la División Siniestros de la Policía Federal y que darán a conocer oficialmente recién el lunes, ya que la fiscal Mónica Cuñarro, a cargo de la investigación, dispuso un estricto secreto de sumario.

La fiscal recogió testimonios entre los afectados, que reiteraron las sospechas formuladas un día antes frente a los medios: habían recibido amenazas de que les incendiarían el barrio de parte de gente que ellos identifican como provenientes del barrio de monoblocks ubicado justo al lado de la autopista. Uno y otro barrio venían en conflicto, supuestamente, porque los de los monoblocks rechazaban la presencia de los carros de los cartoneros que, en gran número, viven en la villa.

Pero en el gobierno porteño deslizaron la sospecha de que el incendio pudo originarse intencionalmente, pero dentro de la villa, “para obtener las viviendas más pronto”. “Hubo gente avisada que sacó sus cosas antes que empiece el fuego. No se entiende si no cómo no hubo ni un herido con un incendio de esa magnitud”, dijo a este diario un funcionario.

Además de los testimonios, el elemento más importante con que cuentan los investigadores es que se detectaron tres focos de incendio simultáneos, en distintos puntos alejados entre sí. La fácil combustibilidad de los materiales con que estaban construidas las viviendas y la cantidad de cartón almacenado en el lugar hicieron el resto para que el fuego se propagara y destruyera más del 80 por ciento de la villa.

Lo cierto es que el gobierno porteño se presentará el lunes como querellante en la causa. La excusa es que fue afectada la Autopista Cámpora (AU7), de la empresa estatal AUSA, que sufrió daños y está clausurada transitoriamente hasta saber si está en condiciones operativas.

“Queremos que se investigue hasta las últimas consecuencias”, dijo a Página/12 la ministra de Derechos Humanos y Sociales, Gabriela Cerruti.

El incendio se inició poco después de las 6.30 de la madrugada, cuando la mayoría de la gente del barrio dormía. El fuego destruyó las viviendas precarias de más de 300 familias y las que se salvaron también debieron ser evacuadas por razones de seguridad. En total, las afectadas son 468 familias. No hubo heridos, pero al menos 104 personas fueron asistidas por principios de asfixia.

Si bien los delegados del barrio aseguraron que ningún habitante aceptó alojarse en uno de los centros de evacuados ofrecidos por la ciudad, desde el gobierno porteño aseguraron que algunas familias se habían trasladado hasta el lugar dispuesto en el Parque Roca. Otras familias –especialmente las que tienen niños pequeños– se albergaron en casas de familiares, en otros barrios de la ciudad.

El núcleo duro de los habitantes de la villa se mantenía firme en la posición de ir al terreno de Cruz y Varela, que había sido expropiado el año pasado por la Legislatura para destinarlo a la construcción de un barrio de viviendas sociales. Entre los beneficiarios estaban los habitantes de Villa Cartón.

Pero los vecinos de ese predio rechazan a la gente de la villa y ayer volvieron a protestar con cortes de calles y de las vías del tren (ver nota aparte). Mientras funcionarios del Instituto de la Vivienda de la Ciudad intentaban convencerlos de que allí no habría un asentamiento sino un barrio, desde el gobierno anunciaban que se construirían viviendas provisorias para localizar a los afectados, en un predio cercano al Riachuelo, detrás del Parque Roca, “hasta que se construyan las definitivas, en Cruz y Varela”.

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La mayoría de los afectados permanece en el lugar, en carpas.
 
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