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Domingo, 26 de septiembre de 2004

“Los contratados no son nuestra prioridad”

NORBERTO IVANCICH, subsecretario de la Gestion Publica

¿Por qué no se incorpora a los contratados a la planta permanente?
–Algunas áreas hicieron contratos según el decreto 1421 que les reconoce a los contratados dependencia del Estado, aguinaldo, vacaciones, cargas previsionales y obra social. Lo único que no le reconoce es la estabilidad. No obstante, para algunos funcionarios sigue siendo más cómodo contratar como se lo vino haciendo hasta ahora, porque resulta más económico. Los gremios sostienen que la carga previsional vuelve al Estado, pero esos elementos no son considerados por los organismos porque en los hechos pierden presupuesto. Por eso, en algunos organismos que incorporaron contratados bajo la nueva modalidad, hubo que ampliarles el presupuesto para pagar lo extrasalarial de bolsillo. Si todos los organismos hicieran eso, provocarían una explosión presupuestaria. Por lo tanto, necesariamente tiene que ser un tema gradual.
Pero el amplio superávit fiscal garantiza los recursos.
–No es sólo un tema presupuestario. Nosotros también hacemos hincapié en qué tipo de organización quieren los funcionarios, porque propiciamos el trabajo decente, pero no es tarea prioritaria nuestra resolver la situación de los contratados. Hay que definir qué planta tienen que tener determinados organismos de acuerdo con el perfil de país que uno está propiciando. Además, es un problema que genera injusticias, cualquiera sea la resolución. La inestabilidad del contratado se compensó con mayores ingresos. En términos generales, el contratado gana más. Por lo tanto, si se lo incorpora con el mismo sueldo que viene cobrando se genera una situación de injusticia porque se le daría la estabilidad y pasaría a tener más ingreso que los actuales empleados de planta. En el Ministerio de Trabajo se abrió un registro voluntario para ver hasta qué punto los trabajadores resignaban salario por mayor estabilidad y se anotó muy poca gente.
Pero estaban pasando a un régimen que les daba beneficios sociales sin estabilidad. Por lo tanto, tenían que resignar salario de bolsillo sin asegurarse la continuidad en el cargo.
–Es cierto, se les reconoce la dependencia del Estado, pero eso no implica estabilidad. No obstante, los sueldos bajos tienen muchas posibilidades de permanencia, porque cuando cambia la gestión lo que cambian son los contratos altos. En términos generales, los contratos de montos más bajos duran.
Pero tal vez, si les ofrecen resignar salario para pasar a la planta permanente, los trabajadores aceptan.
–Hay cuestiones legales, porque cada escalafón tiene previsto su sistema de selección y en todos los casos se prevén modalidades que garanticen la igualdad de acceso para todos. Por lo tanto, no se puede pasar a todos a planta y respetar la igualdad de acceso al mismo tiempo.

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