libero

Lunes, 16 de septiembre de 2002

HACE TRES PARTIDOS QUE NO GANA: AYER SACO UN POBRE EMPATE ANTE TALLERES

El fútbol de River sigue en huelga

Pellegrini no le encuentra la vuelta al equipo, y los jugadores no se la encuentran al rival dentro de la cancha. Ayer estuvo 80 minutos en desventaja y recién igualó con una gran definición de Cavenaghi, aunque transformó a Luis Islas en la gran figura del partido. Para Pellegrini fue el “mejor partido” de su equipo en lo que va del campeonato.

Por Adrián De Benedictis

El fútbol de River sigue descansando. Después de consagrarse campeón en el torneo pasado, y de llegar a la cima en este Apertura con una ráfaga goleadora ante Estudiantes, el equipo ha perdido decididamente el rumbo. La consecuencia de ello es que ahora se encuentra cinco puntos detrás del líder Independiente, pero no muestra evidencias de reacción para recuperar su juego. Precisamente, el próximo domingo deberá visitar al equipo de Avellaneda, y seguramente ésa será la última chance para que el conjunto de Núñez presente definitivamente su candidatura para mantener la corona.
El bajo nivel de sus individualidades, la carencia de ideas para quebrar planteos mezquinos y la falta de inteligencia para optar por los caminos más convenientes, son las principales causas que River acusa para interpretar su presente. En la tarde de ayer, el entrenador Manuel Pellegrini eligió, por primera vez en su experiencia en el país, utilizar una defensa compuesta por tres hombres, como lo hacía el ex conductor Ramón Díaz. También se decidió por tres mediocampistas de marca –Pereyra, Astrada, Zapata– y otros dos –Lucho González y D’Alessandro– para la creación de los circuitos de ataque.
Por lo que se vio ante los cordobeses, River necesita tiempo para reacomodar su esquema. Por ambos laterales, Talleres complicó permanentemente al equipo local. Tanto Garcé como Rojas sufrieron muchos problemas para detener los desbordes de Devallis, Rimoldi y Quinteros. De esa manera, Talleres se puso en ventaja rápidamente, exactamente a los seis minutos, cuando Quinteros convirtió de cabeza entrando por el segundo palo, luego de un centro de Rimoldi desde la izquierda.
Apenas corrían ocho minutos cuando el público local comenzó a exigir a su equipo que “se mueva”, y que “ponga más huevos”. Lentamente, River comenzó a presionar y fue volcando el juego hacia el campo cordobés. Así, Luis Islas se fue transformando en el gran responsable de que Talleres conservara la diferencia. Después de una supuesta falta de Bressán sobre Domínguez dentro del área, que el árbitro no sancionó, Islas le desvió un tiro libre a Domínguez que tenía destino de gol. Pero, recién a los 34 minutos, River iba a producir su situación más clara: Islas respondió con una doble tapada, primero a Fuertes con los pies; y del rebote volvió a responder ante Zapata. De ese contraataque, Comizzo sacó bien un zurdazo de Bustos.
En el segundo tiempo, River mostró un poco más de decisión para lograr la igualdad, sobre todo con el ingreso de Cuevas por Astrada. Pero Islas sostenía su nivel. A los 32 segundos, el arquero se lo tapó a Fuertes, y D’Alessandro envió por arriba el rebote, debajo del arco. A los veinte minutos, otra vez Islas apareció para desviarle un fuerte derechazo a Cavenaghi, y luego volvió a desviar otro tiro libre de D’Alessandro.
Cuando Talleres esperaba en su campo defendiendo los tres puntos, Cavenaghi se reencontró con el gol a los 39 minutos, luego de definir con un remate cruzado una gran habilitación de Luis González. Sobre el final, Islas cerró su tarde ganándole un mano a mano al propio González.
Los silbidos de despedida para River son el fiel reflejo de que la impaciencia sigue aumentando en el ánimo de los hinchas. River tiene poco tiempo para recuperar la memoria.

Compartir: 

Twitter

Cavenaghi define entre dos defensores. El juvenil goleador aparecio en el final para marcar el gol del empate.
 
LIBERO
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.