El desempeño del seleccionado juvenil en el último Sudamericano Sub-20 clasificatorio para los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y el Mundial de Colombia deparó más críticas que elogios en Sergio Batista. El entrenador se salió por un instante del ambiente reposado en que se desarrollaba la charla. Con una preocupación visible, originada en la defraudación provocada por el juego mediocre –y no tanto por los resultados– de los pibes que dirigió Walter Perazzo.

–La Selección Sub-20 se clasificó para el Mundial, pero va a tener que haber muchas charlas de cómo se consiguió ese objetivo. No me gustó la forma de jugar. Sinceramente no jugó bien, ni se cumplió con lo que nosotros estábamos pidiendo, lo que nosotros queríamos de los chicos. Sí estamos contentos porque se clasificó al Mundial, se logró un objetivo. Pero vamos a analizarlo. A mí no me gusta clasificar así. Me gustaría que hubiese sido de otra forma. Pero, porque se clasificó, no voy a borrar todo para quedarnos contentos. No, no se puede.

–Sí, me da pena porque quedamos afuera de ese objetivo. Pero la gente tiene que entender que todos los títulos no se pueden lograr. Ser campeón sudamericano, campeón olímpico, campeón mundial. Los rivales también juegan y pelean por lo mismo. Ahora, como le digo, hay que charlarlo bastante porque me parece que no era la forma que a uno le hubiese gustado jugar.