Mariano Y., de 20 años, fue imputado ayer de "homicidio críminis causa" por el brutal homicidio de Alicia Beatriz Bravo, la mujer de 53 años apuñalada el sábado a la madrugada, cuando acompañó a su hijo, de 19, a la parada de colectivos de Ayala Gauna y Sánchez de Loria. En la audiencia oral y pública, el fiscal Florentino Malaponte, reveló que el acusado tenía cuatro causas por robos en la misma zona, en los últimos tres meses; y por dos de ellas había sido imputado, pero tenía una morigeración de prisión. El juez Juan Carlos Vienna le dio prisión preventiva sin plazo. Las evidencias contra el joven son contundentes: la remera que describió el hijo de la víctima (a rayas blanco y negro), como vestimenta del autor, es la misma que tenía puesta -ensangrentada- el muchacho cuando fue detenido menos de cuatro horas después del hecho; el dueño de la casa donde alquila una habitación dijo que lo vio entrar corriendo, diez minutos después del suceso; y los registro sobre hechos de su autoría, en la misma esquina.

El hecho ocurrió en barrio 7 de Septiembre, cuando Alicia estaban en la parada del 115, a una cuadra de la subcomisaría 21º, y el apodado "Marianito" quiso robarle a su hijo, Daniel, con quien la mujer vivía en barrio Hostal del Sol. El acusado empezó a golpear al chico -que tiene un retraso madurativo- y Alicia intervino, por lo que recibió un puntazo en la axila izquierda, que le cortó la respiración, según describió ayer Malaponte. Ella le gritó a su hijo que corriera a la comisaría; y aunque fue trasladada a un centro de salud, falleció.

Alrededor de las 9.30 de esa mañana, Y. fue detenido en una casita de José Ingenieros al 7900, en barrio Emaús. Antes del crimen, Marianito arremetió contra un distribuidor de diarios. De hecho, Alicia y Daniel vieron el robo. Por eso, ayer también fue imputado por el ese hecho, y por la tentativa de robo al hijo de la víctima de crimen.

Alicia era madre de seis hijos y esa madrugada acompañó a su hijo a tomar el colectivo para ir a trabajar a una panadería. Según describió su familia, la mujer vivía con miedo y por eso no quería que el chico fuera solo a tomar el 115.

Además de las pruebas que describió ayer el fiscal y los antecedentes (un arrebato de cartera el 3 de mayo pasado y otro del 11 de abril; el arrebato del teléfono a un menor, el 9 de abril; y una amenaza con daños a una vidriera, del 12 de marzo) resta analizar los restos de sangre hallados en la camiseta del joven y es probable que se realice una rueda de reconocimiento. Es que la defensa del acusado puso en duda que sea el autor del hecho, ya que indicó que el comisario de la 21º, antes de detenerlo, dijo que "podría ser Marianito". Sin embargo, el fiscal negó que haya sido un señalamiento a dedo y apoyó sus dichos en que el joven tenía la misma ropa descripta por el hijo de la víctima cuando fue arrestado, y que ésta tenía manchas de sangre.