Isaías Carrasco, de 42 años, fue baleado frente a su mujer e hija en la puerta de su casa en la ciudad de Mondragón, en la norteña provincia vasca de Guipúzcoa, y murió cuando era trasladado al hospital de esa localidad, informaron fuentes policiales y fuentes médicas.

El presidente del gobierno, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder del opositor Partido Popular (PP), Mariano Rajoy -su rival en las urnas el domingo-, acordaron suspender sus respectivos actos de cierre de la campaña electoral previstos para hoy en Madrid, informaron voceros de ambos partidos.

El gobierno de Zapatero acusó casi de inmediato a la organización separatista ETA, que desde hace más de 40 años busca independizar al País Vasco mediante la lucha armada.

El ex edil es "una nueva víctima de la criminal banda terrorista ETA", dijo el ministro de la Defensa, José Antonio Alonso, aunque sin presentar pruebas de su acusación.

"Estaba en mi habitación y sentí tres tiros. Miré por la ventana y vi a la mujer y la hija encima gritando ¡asesinos, asesinos!' Tenía todo el pecho manchado de sangre y ellas se habían manchado al tocarlo", declaró una vecina.

Zapatero fue informado del atentado tras terminar un acto electoral con mujeres en Málaga.

El jefe de gobierno se puso en contacto permanente con el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y tomó un vuelo hacia Madrid para seguir el desarrollo de los acontecimientos desde La Moncloa.

"Ante una barbarie de ETA hay que conseguir la unidad de los demócratas y dar a los etarras una respuesta dura y democrática que permitan las leyes y que cumplan sus condenas", dijo Alonso.

Carrasco trabajaba en la empresa vial Bidelan y fue candidato a una banca en el concejo de Mondragón en las elecciones municipales de 2007, que fueron ganadas por la agrupación Acción Nacionalista Vasca (ANV).

El "numero dos" del oficialista Partido Socialista Obrero Español (PSOE), José Blanco, informó que a las 18 (las 15 en Argentina) convocó a todas las fuerzas políticas en el parlamento para "dar una respuesta unánime al atentado".

Blanco dijo que se acordó celebrar las manifestaciones de repulsa a partir del lunes para no interferir con la jornada de reflexión de mañana.