Más de la mitad de los desocupados se han registrado en los últimos cinco meses. La tasa de desempleo, que se elevó hasta el 8,5 por ciento, es la peor desde la recesión de los años ochenta, según informa la edición on line de El País, de España.

Una medición más amplia de desempleo y subempleo eleva la tasa al 14,8 por ciento en febrero. Esto incluye a quienes ya no buscan trabajo porque no creen que vayan a encontrarlo y a los que trabajan a tiempo parcial pese a querer una jornada completa.

Después de la desaparición de 651.000 empleos en febrero, la mayoría de analistas había calculado ya una pérdida de 650.000 a 680.000 puestos de trabajo en marzo y esperaba que el índice de desempleo subiera del 8,1 al 8,5 por ciento. En valores absolutos, el nuevo aumento de marzo deja el total de parados en 13,1 millones.

El Gobierno ha corregido también sus cifras de enero, que muestran ahora la destrucción de 741.000 puestos de trabajo, la peor cifra desde 1949.

El informe oficial muestra que las pérdidas de puestos de trabajo afectan a casi todos los sectores y que en marzo la única excepción fue la salud y las actividades relacionadas con ese sector, que sumaron 14.000 nuevos empleos.

De acuerdo con una encuesta en cientos de miles de lugares de trabajo, en las industrias productoras de bienes se perdieron 305.000 empleos y en el sector de servicios otros 358.000. De 271 industrias encuestadas en marzo, sólo un 22 por ciento contrató nuevos trabajadores.