El título logrado por el Barcelona tras imponerse en la final disputada en Londres es la decimotercera para el fútbol español, el país que más éxitos logró hasta ahora en la Liga de Campeones, antigua Copa de Europa. Antes de la final en Wembley, Italia y España totalizaban doce trofeos. Inglaterra suma once, por lo que la victoria ante el Barcelona le hubiera llevado a formar parte de los dominadores de la competición.

Esta fue la tercera Liga de Campeones para Messi, ya que anteriormente se había consagrado en las ediciones 2006 (en París contra el Arsenal) y en 2009 (en Roma también contra el Manchester United).

Los otros goles del Barcelona los anotaron Pedro Hernández y David Villa. En tanto, para el Manchester había igualado transitoriamente Wayne Rooney. Con esta victoria, el Barcelona consiguió su cuarta Liga de Campeones de Europa y se aseguró un lugar para participar en diciembre próximo del Mundial de Clubes de Japón.

En esta temporada, Barcelona ya se había adjudicado la Liga española de fútbol, por tercer año consecutivo.

La finalizar el partido en el estadio de Wembley, en Londres, la alegría estalló en la ciudad de Barcelona. Ya con el tercer gol, a cargo de David Villa, comenzaron los primeros festejos, se escucharon los primeros claxons y se repetían las trompetas que no dejaron de sonar durante todo el partido.

La mayoría de bares y restaurantes pusieron pantallas en sus terrazas, abarrotadas de gente con camisetas de Messi, Villa o Xavi, que estallaron en júbilo no bien el árbitro húngaro decretó el final del partido.