"Una cosa es participar de un paro con la CGT que representa a los trabajadores y otra de una movilización en la que sólo participa la militancia sindical", fundamentó Micheli y agregó que luego de la huelga de abril esperaba "un plan de lucha que significara un paro de 36 horas con movilización, es decir, una medida más fuerte y no una medida de menor magnitud".

En cuanto a los reclamos, Micheli enumeró: "Contra la ley antipiquete, la reforma de la ley de asociaciones sindicales por la libertad sindical, un salario mínimo vital y móvil de 9 mil pesos, el 82 por ciento móvil para los haberes jubilatorios y la eliminación del Impuesto a las Ganancias para los asalariados".