El gobernador Maximiliano Pullaro inauguró el 142º periodo de sesiones ordinarias con el tradicional discurso frente a la Asamblea Legislativa. Allí se refirió al déficit heredado de la gestión anterior, donde cuestionó el incremento de la planta del sector público y profundizó en las acciones realizadas para equilibrar las cuentas en la provincia. En materia de seguridad adelantó la compra de patrulleros y motos para reforzar el patrullaje en las calles y advirtió que el gobierno seguirá firme en el combate contra el crimen organizado: “No hay pacto posible con los delincuentes”. En educación remarcó que reducir el ausentismo docente “es una decisión tomada”, mientras que en la política productiva se despegó del gobierno nacional: “Fuimos la primera provincia en hacerse oír. Con respeto y propuestas alternativas, señalando al gobierno nacional el error de querer incrementar la recaudación imponiendo más tributos al campo o a la industria”.

La Asamblea Legislativa estaba convocada para las 11 y media hora más tarde se esperaba el mensaje del gobernador, que llegó a la Legislatura acompañado por el senador provincial Felipe Michlig, a quien definió como su “jefe político”. El discurso comenzó con un saludo a todos los trabajadores en su día y el agradecimiento a las autoridades presentes, entre las que se encontraban su vicegobernadora, Gisela Scaglia; la presidenta de la Cámara de Diputados, Clara García; el intendente de Rosario, Pablo Javkin, y su par de Santa Fe, Juan Pablo Poletti; y el presidente de la Corte Suprema de Justicia provincial, Rafael Gutiérrez. También estuvo presente el gobernador de Entre Ríos, Rogelio Frigerio; y los exgobernadores santafesinos, Omar Perotti y Antonio Bonfatti, hoy en su rol de diputados provinciales.

Ante ese escenario, Pullaro comenzó su mensaje dando cuenta del contexto macroeconómico y de las dificultades que enfrenta la provincia que recibió unos cinco meses atrás. Si bien reconoció que Santa Fe sufrió las consecuencias de “una sequía inédita”, también cuestionó el incremento de la planta del sector público durante la gestión anterior, lo que explica el 71% del déficit registrado durante el 2023, que ronda los $131 mil millones de pesos. “Una sequía tiene efectos que luego cesan, pero el incremento significativo de la planta de personal deja efectos de largo plazo que impactan de forma múltiple”, señaló.

En ese sentido, el gobernador remarcó que se pusieron en marcha una serie de acciones para optimizar los recursos, que permitieron una reducción del 40% en términos reales de los gastos de funcionamiento, durante el primer trimestre del año, que además posibilitó “compensar una parte” del déficit heredado. No obstante, consideró que la situación económica del país “obliga a ser muy cautos” para seguir alivianando los números rojos de la provincia. Y ejemplificó con un dato: en el primer trimestre los recursos corrientes crecieron 22 puntos por debajo de la inflación y también quedaron debajo de la recomposición salarial acordada para los agentes provincia.

Ni un paso atrás

Luego, Pullaro se refirió a uno de los temas más calientes del inicio de su gestión: la seguridad. En ese tramo del discurso destacó el acompañamiento de la Legislatura para la modificación de leyes que permitieron ejercer mayores controles penitenciarios y destacó que en los últimos meses se intensificó la cantidad de requisas que permiten limitar la capacidad de las bandas criminales que ordenan el delito desde las cárceles. Además, aprovechó para solidarizarse con los familiares de las personas asesinadas “en ataques terroristas”, así como también envió su agradecimiento a todo el arco político que acompañó al gobierno en medio de la ola de violencia que vivió Rosario a principios de marzo.

"no hay pacto posible con los delincuentes. La provincia no va a dar ni un paso atrás”.

“Desde el primer día de gestión entendimos que el objetivo compartido por todos de recuperar la paz en nuestras calles tenía como requisito indispensable recuperar el control dentro de las cárceles y aumentar en cantidad y capacidad la operatividad policial”, expresó. “Los que tras las rejas pretenden ser dueños de las calles están dando la pelea por recuperar ventajas y privilegios que el Estado en su conjunto no puede ni quiere concederles. Que les quede bien claro a todos: no hay pacto posible con los delincuentes. La provincia de Santa Fe no va a dar ni un paso atrás”, añadió.

En ese sentido, Pullaro confirmó que ya se licitó la obra para sumar 160 celdas con capacidad para 320 reclusos en la Unidad 5 de Rosario y adelantó que en el departamento La Capital se sumará espacio para 880 personas. La proyección del gobierno es sumar 2.459 celdas para 3.632 reclusos, con una inversión de 227 millones de dólares. Pero aclaró que el control en las cárceles debe fortalecerse con una mayor presencia en las calles y por eso este jueves se abrirán los sobres de ofertas para la compra de 700 patrulleros e informó que ya está en marcha la compra de 500 motos.

“En Rosario pasamos de 20 móviles a disposición del 911 a un promedio de 140 y en la ciudad de Santa Fe de 9 a 70. Esto sumado a un promedio de 100 móviles de las fuerzas federales y más de 90 binomios en las calles”, enumeró y agregó: “Desde luego que esto no alcanza y todavía queda mucho por hacer, por eso seguiremos exceptuando a la Policía de tareas administrativas, reordenando turnos, e incorporando personal como el caso de los 930 agentes que se sumaron el mes pasado a prestar servicio”.

Contra el ausentismo

En materia educativa, Pullaro fue en línea con el mensaje que se viene repitiendo desde el Ministerio de Educación: “Escuelas abiertas, maestros enseñando y chicos aprendiendo”. El gobierno mantiene una relación tirante con los gremios docentes luego de una discusión paritaria que se mantuvo empantanada hasta marzo y que parece complicarse aún más luego del anuncio del programa Asistencia Perfecta. Desde el Ejecutivo se mantienen firmes en reducir la cantidad de recursos que se van en el pago de reemplazos y buscan premiar a los “docentes cumplidores”. Mientras que los gremios entienden que se trata de un intento por reinstalar el presentismo en la provincia.

“Ningún sistema puede ser eficiente con un 32,7% de ausentismo laboral y cuando tiene que destinar un tercio de los recursos para salarios en el pago de reemplazos. Eso afecta, desde luego, lo financiero. Pero fundamentalmente constituye una discontinuidad que perjudica a los chicos en sus aprendizajes. Es una decisión tomada la de reducir el ausentismo con controles e incentivos”, cuestionó Pullaro. Según informó, las primeras medidas tomadas en ese sentido ya mostraron resultados y permitieron reducir la cantidad de declaraciones juradas requeridas para el cuidado de familiares.

Palitos para Nación

En el tramo final de su mensaje, Pullaro hizo hincapié en la necesidad de fortalecer el sector productivo de la provincia, uno de los puntos que hasta ahora más lo enfrentó al gobierno nacional. Y recordó los reclamos llevado desde Santa Fe a la Casa Rosada, en el marco de las negociaciones de la primera Ley Bases de enero, que no prosperó en el Congreso: “Fuimos la primera provincia en hacerse oír, con respeto y propuestas alternativas, señalando al gobierno nacional el error de querer incrementar la recaudación imponiendo más tributos al campo y la industria. O desregulando totalmente mercados como el del biocombustible”.

“Entendíamos y pudimos demostrar con datos que el fiscalismo, aplicado sin mirar la realidad de este interior que arranca todos los días muy temprano para trabajar, termina ahogando las posibilidades de generar riqueza”, expresó y agregó: “En esta defensa de nuestras capacidades, estuvimos junto a entidades de los sectores de la producción, gobiernos locales y la enorme mayoría de los legisladores nacionales de nuestra provincia, a quienes agradezco el trabajo conjunto, sin distinción de banderías políticas”.

 

Por último, consideró que la obra pública será “uno de los pilares políticos” de su gestión, en medio de un modelo “que estigmatiza” la inversión en infraestructura. “Desde el gobierno santafesino sostenemos que el Estado moderno puede y debe hacer obra pública, porque ella mejora la calidad de vida de los ciudadanos, y genera puestos de empleo”, sostuvo. Y recordó que la provincia hizo 8 llamados a licitación para obras de arquitectura en distintas escalas, además de poner en desarrollo otros 62 proyectos de diversa índole. “En un contexto de paralización y ralentización del 75% de las obras públicas y de una inflación que en el primer mes de gestión fue del 32% mensual, empezamos a reordenar las distintas áreas de la gestión”, finalizó.