Contra los despidos y el ajuste del Gobierno, por el aborto legal seguro y gratuito, y para decirles basta a las violencias femicidas y travesticidas y a las violencias económicas y estatales que las sustentan. Esas son las principales demandas –de una extensa lista– del Segundo Paro Internacional Feminista en la Argentina, que se cumplirá en articulación con más de cincuenta países, con distintas modalidades y multitudinarias movilizaciones. En Argentina, comenzará con un ruidazo a partir de las 11. Habrá cese de actividades en algunos lugares de trabajo, en otros, asambleas. Y por la tarde, cientos de marchas en diferentes ciudades: la principal está convocada a partir de las 16, de Plaza de Mayo al Congreso. Los pañuelos verdes tendrán protagonismo. Serán 24 horas de desobediencia al patriarcado. “Rechazamos el uso oportunista de las licencias parentales y de la referencia a la brecha salarial por parte del Gobierno en el contexto de despidos masivos y de la reciente sanción de la reforma previsional neoliberal”, se escuchará durante la lectura del documento, que coronará el cierre del acto. 

Por primera vez, en un hecho histórico, todas las centrales sindicales junto a la CTEP y otras organizaciones de la economía popular y solidaria marcharán en una misma columna. Será un mensaje de unidad, sin precedentes. “Construimos una articulación para enfrentar el ajuste y las políticas antisindicales de este Gobierno”, señaló Estela Díaz, secretaria de Género de la CTA de los Trabajadores. 

En la bandera de arrastre se resumirán los ejes centrales de la marcha: contra los despidos y el ajuste y por el aborto legal, seguro y gratuito. Despedidas, mujeres mapuches en conflicto por sus territorios, migrantes, y referentes de otros espacios que atraviesan o enfrentan distintas situaciones de vulnerabilidad, en el actual contexto político, tendrán un lugar destacado en la movilización. “Hay un diagnóstico feminista de la crisis. Se logró hacer un mapa de la conflictividad social con una perspectiva feminista”, resumió a PáginaI12 la investigadora del Conicet Verónica Gago, integrante del Colectivo Ni Una menos. Ese diagnóstico está contado en el extenso documento con el que se cerrará la movilización y será leído por la comunicadora feminista Liliana Daunes, junto a Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora. Las últimas palabras las dará Cortiñas. En el palco estarán acompañadas por unas cuarenta integrantes de distintos espacios del movimiento de mujeres, lesbianas, travestis y trans, la Campaña por el Derecho al Aborto, sindicatos y agrupaciones políticas, donde quedará expuesta la amplia diversidad de la convocatoria. 

“Paramos porque hacemos visible el mapa del trabajo en clave feminista y porque hemos tramado en asamblea alianzas transversales entre los distintos conflictos. Paramos las ocupadas y desocupadas, las asalariadas y las que cobramos subsidios, las trabajadoras de la economía popular y las que realizamos tareas domésticas y de cuidado. Paramos las privadas de libertad explotadas en cárceles provinciales”, dice el documento consensuado en las asambleas que se desarrollaron cada viernes, durante el mes de febrero en un predio de la Mutual Sentimiento, en el barrio porteño de Chacarita, desbordadas de participantes.

El movimiento feminista, de esta forma, se le plantará al Gobierno macrista una vez más. Quedará en evidencia el proceso de acumulación política y organizativa que ha tenido en los últimos años.

El inicio del Segundo Paro Internacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis y Trans, comenzará con un ruidazo y la intervención en redes sociales a partir de las 11. Algunas convocatorias proponen colgar un delantal de cocina en las ventanas de las casas y balcones de los edificios, como forma de protesta y adhesión. Otras proponen visibilizar pañuelos o vestimentas violeta, color que identifica al feminismo. De todas formas, el verde del reclamo por el derecho al aborto teñirá la marea que avanzará desde Plaza de Mayo hacia el Congreso. Las Madres de Plaza de Mayo invitaron a sumarse a su ronda, como preámbulo de la concentración.

Algunos municipios como La Matanza, Ensenada y Avellaneda –los tres gobernados por el kirchnerismo– dieron asueto a sus trabajadoras para sumarse al paro. También anunció esa medida el gobernador socialista de Santa Fe, Miguel Lifschitz, y el de Corrientes, el radical integrante del frente ECO+Cambiemos, Gustavo Valdés.

Habrá distintas modalidades de adhesión a la medida. Algunos gremios como Conadu (docentes universitarios) y la Ctera llamaron a una huelga de 24 horas. En otros, como el del subte, sus trabajadoras pararán de 12 a 14. En el de aeronavegantes, habrá asambleas de mujeres en los lugares de trabajo con cese de tareas y serán reemplazadas por sus compañeros varones. En varias cárceles provinciales, también se sumarán con un ruidazo a las 11. En Rosario y Resistencia los colectivos serán gratuitos para facilitar la movilización de las mujeres.  

Los medios de comunicación hegemónicos también serán eje de los cuestionamientos: “Nos pronunciamos contra la violencia simbólica que ejercen los medios de comunicación, la cristalización de los estereotipos de género, la estigmatización de nuestras decisiones la invisibilización de nuestras luchas. ¡No somos adornos! Queremos más voces feministas en los debates políticos, económicos, sociales, culturales, somos productoras de sentidos y luchas en todos los ámbitos. ¡Dejen de hablar por nosotras!”, dice el documento.

El reclamo será además, contra el racismo, la discriminación y la xenofobia hacia las mujeres indígenas, negras afrodescendientes y afroindígenas. Se exigirá el cumplimiento de la ley de Patrocinio jurídico gratuito para mujeres victimizadas por la violencia machista, votada en el Congreso  a fines de 2015, la capacitación en género para todos los efectores públicos que intervienen en la problemática de trata, el cumplimiento de la educación sexual integral y del cupo laboral trans, el cese de la represión, persecución y extorsión policial a las trabajadoras sexuales y a las personas en situación de prostitución, y la absolución para Higui, atacada por lesbiana, entre tantas otras demandas.