Aunque el fiscal Raúl Gualda había pedido su absolución, ayer por la tarde la Cámara Cuarta del Crimen condenó a dos años y dos meses de prisión en suspenso a Julio César Suárez, el ex jefe de Policía de Córdoba. Un hombre que fue apoyado por el ex gobernador José Manuel de la Sota. Según el acusador oficial, la amenaza “me voy a encargar de vos” que Suárez le profirió por teléfono al periodista Dante Leguizamón, no configuraba delito alguno; sino que fue una frase “ambigua, sin daño y sin peligro”. Cosas que se pueden decir -según arguyó- “en una conversación nerviosa”.

Sí, tanto así. Que el jefe de policía de una provincia, una autoridad con 24 mil hombres a su mando le anticipe semejante futuro inmediato a un periodista porque no le gustó la cobertura que hizo de un asesinato perpetrado por dos de sus subordinados, no ameritaba sanción de ningún tipo.

Pero el Tribunal de la Cámara Cuarta del Crimen, encabezado por la jueza Antonia De la Rúa, no compartió su criterio y lo consideró culpable. La pena se completó con inhabilitación para ejercer cargos públicos durante el tiempo total de la condena en suspenso.

El abogado querellante Claudio Orosz había solicitado tres años y seis meses, y presentó pruebas documentales y testimoniales que incluyeron la declaración de otro periodista: Claudio Gleser, del diario La Voz del Interior, que días antes de la amenaza a Leguizamón, también padeció las “conversaciones nerviosas” del ex jefe de Policía. 

Gleser detalló que mientras investigaba lo sucedido al joven asesinado Fernando “Güere” Pellico en 2014, llamó por teléfono a Suárez, y le preguntó además por el clima de ruptura que se vivía tras la asonada policial que padeció Córdoba en la noche del 3 al 4 de diciembre de 2013. Fue entonces cuando el entonces jefe (que había asumido tras esa revuelta) le espetó por teléfono: “¿Vos querés que yo te investigue a vos?”.

Dos periodistas, similar modus operandi: el funcionario público investido como máxima autoridad, el que tiene el deber de protegerlos (y a todos los ciudadanos) los amenaza. Los amedrenta. O al menos lo intenta.

“Este es un fallo histórico para la prensa, para todos nosotros. Quiero salirme de mí mismo, de mi caso en particular, porque esto nos abarca a todos los periodistas”, dijo Dante Leguizamón apenas conoció el veredicto. Desde la vuelta de la Democracia, Suárez es el policía de mayor rango que ha sido llevado a juicio, declarado culpable y condenado.