"Lo que no se puede hablar no se puede callar". Esta frase es la divisa que resume décadas de trabajo pionero de Françoise Davoine, quien hoy a las 18.30 dará una conferencia en el SUM de la Escuela de Psicología de la Universidad Nacional de Rosario (Riobamba 250 bis).

Psicoanalista, Doctora en Sociología y catedrática en Letras Clásicas, Davoine fue miembro de la Ecole Freudianne de París hasta su disolución por Jacques Lacan y actualmente es miembro del Centre d'Etude des Mouvements Sociaux en la Ecole des Hautes Etudes en Sciences Sociales de París, donde dio el seminario "Locura y lazo social" junto a Jean‑Max Gaudillière, con quien escribió Historia y Trauma: La locura de las guerras (2004). Es autora además de La locura Wittgenstein (1992) y Madre Loca (1998).

En su trabajo clínico psicoanalítico en el hospital psiquiátrico, ella y Gaudillière descubrieron que lo desechado como delirio puede ser un tesoro de memoria encriptada de catástrofes silenciadas del lazo social. Al trascender el encierro en la neurosis privada sin perder el encuadre psicoanalítico, articularon vasos comunicantes entre locura individual y memoria traumática, valorando la escucha como presencia del testigo.

Su práctica le permite a Davoine repensar "La transferencia como interferencia". Es el título de su disertación, abierta y gratuita, organizada por La Masotta y Encuentro de Producción Graduados.

"Si sostenemos que la locura es historiadora e investigadora de las catástrofes del lazo social, esa investigación de la locura va a buscar en el lugar del analista las cicatrices de tal catástrofe. La locura va a encontrar esos puntos en la historia del analista, sin conocer la vida del analista, sin conocer su historia. Cuando esos puntos de locura sean encontrados, cuando la locura interprete al analista, ese es el momento crucial de la transferencia psicótica, y es el lugar en donde puede constituirse el significante", dijeron Françoise Davoine y Jean‑Max Gaudillière en Locura y lazo social.