Juan Martín Del Potro se coronó anoche en el Masters 1000 de Indian Wells tras vencer a Roger Federer, número uno del mundo, 6-4, 6-7 (8), 7-6 (2). Tras dos horas y 42 minutos de partido, el tandilense se quedó con el título número 22 de su carrera y acabó con el invicto del suizo en el año, donde llevaba 17 victorias en fila. “Todavía estoy temblando porque le gané a un grande como Federer, que es un grande y un amigo”, remarcó Del Potro. Desde hoy, la Torre de Tandil –que recientemente había obtenido el Abierto de Acapulco– se ubicará en el sexto lugar del ranking ATP.

Es la primera vez que un argentino se queda con el torneo estadounidense ya que, tanto Del Potro como Guillermo Vilas, llegaron a la final pero cayeron en la misma. El tandilense no pudo en 2013 frente al español Rafael Nadal, y Vilas perdió en 1977 con el local Bryan Gottfried.

A pesar de llegar al encuentro de ayer con un historial de seis victorias y 18 derrotas frente a Federer, Del Potro sacó a relucir su grandeza en las finales frente al suizo con quien, ahora, tiene un record de 4-2 en dichas instancias. En el primer set, que duró 34 minutos, a pesar de que la diferencia fue de sólo un quiebre de saque, la superioridad del tandilense fue notoria, con un 76 y 80 por ciento de puntos ganados con sus primeros y segundos saques, respectivamente. Del Potro aprovechó la merma física con la que llegaba el suizo a la final, lo movió de lado a lado con derechas potentes y con sólo tres errores no forzados y el quiebre en el quinto game, se llevó el parcial por 6-4.

En el comienzo del segundo parcial, con el saque de Federer, el argentino dispuso de una inmejorable chance para encaminarse al título, pero desperdició ventajas de 0-30 y 15-40. Mientras el número uno del mundo sufría para mantener su saque, la “Torre” ganaba los suyos con suma facilidad. Pero al argentino se lo vio muy molesto porque, según él, cuando la gente gritaba el umpire no se preocupaba en callarla. “La verdad que estaba muy enojado en el segundo set, pero era con el umpire y no con la gente, a la que le estoy muy reconocido por todo el amor y el cariño que me brindaron durante toda esta semana”, declaró el tandilense.

Y en el décimo game Federer estuvo a punto de quebrar el martillo que tiene en el saque Del Potro, pero desaprovechó un 15-40 para quedar igualados en cinco por lado. Sin quiebres, el segundo parcial se definió en un emocionante tie break, en el que Del Potro tuvo un match point (8-7), pero Fededer, que había despilfarrado seis, lo ganó 10-8 .

En el último set los dos siguieron muy firmes con sus respectivos saques, pero la mentalidad ganadora de Federer apareció en el noveno game, cuando aprovechó para quebrar por primera vez y adelantarse 5-4.

Y allí llegó el décimo game, el mejor del partido. El mismo tuvo todos los ingredientes. Tres matchs points que no resolvió Federer y en su tercera chance, el bonaerense igualó en cinco. El partidazo, de lo mejor de la temporada, merecía una definición en un nuevo tie break, que se llevó con total autoridad Del Potro por 7-2.

Para la Torre, otro partido de gran importancia en el que se impone ante, quizá, el mejor tenista de todos los tiempos y un gran empujón para la temporada que recién comienza: “Esta es la copa que quería ganar, porque es el inicio de temporada y por lo tanto me puede marcar para el resto del año”, confió Del Potro mientras era vitoreado por el público.