Dos conflictos laborales están marcando a fuego a la región: Vassalli y Cargill. En el caso de la fábrica de cosechadoras de Firmat, los trabajadores decidieron ayer un paro por tiempo indeterminado luego de haber sido burlados nuevamente por la patronal, que el último viernes debió haber cancelado una deuda acumulada por el aguinaldo, así como parte de los sueldos de enero, febrero y marzo. En tanto la cerealera de Villa Gobernador Gálvez está paralizada en dos horas por turno, medida lanzada por el gremio de aceiteros, en reclamo de la reincorporación de 33 despedidos.

Hace solo una semana se había levantado una medida de fuerza en Vassalli  "ya que la empresa compareció, y antes del viernes último se paga toda la deuda existente con los 400 trabajadores", había expresado Pablo Cerra, abogado de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) de Rosario que había participado, junto al secretario general de la UOM de Firmat, Diego Romero, de la audiencia en la sede local del Ministerio de Trabajo, donde se intentó destrabar el conflicto. "Estamos repodridos, esta gente nos toma el pelo, los laburantes no dan más", se quejó ayer Cerra ante Rosario/12 por el nuevo incumplimiento.

"Estamos repodridos, esta gente nos toma

el pelo, los laburantes no dan más", se

quejó el abogado de la UOM Rosario.

Es que la empresa adeuda a sus trabajadores salarios de los últimos dos meses. El enojo de los empleados responde a que Vassalli incumplió un plan de cuotas a pagar mediante cheques que, cuando se intentó cobrarlos, resultó que no contaban con fondos. Esto enfureció a los operarios y luego la propia empresa advirtió haber emitido una segunda tanda de cheques, también sin fondos, los que no debían ser presentados al banco por los trabajadores.

En tanto en Cargill, el jueves pasado venció la conciliación obligatoria luego del despido de 33 obreros de las plantas de Villa Gobernador Gálvez y Alvear. Los aceiteros decidieron en asamblea lanzar medidas de fuerza sorpresivas hasta lograr la reincorporación de los cesanteados.

A fines de enero, la cerealera había anunciado el despido de 44 obreros de sus plantas en el sur del Gran Rosario que no habían aceptado los retiros voluntarios. Tras un período de negociaciones, solo un puñado había aceptado los retiros. Una semana después comenzaron a llegar los telegramas para el resto. El jueves pasado, Cargill comunicó que "reemplazará a 33 colaboradores" de las plantas de Villa Gobernador Gálvez y Punta Alvear y aseguró que "los reemplazos se harán en idénticas condiciones de contratación, es decir como empleados de Cargill en relación de dependencia y en las mismas zonas geográficas".

Pero el Sindicato de Obreros Aceiteros de Rosario rechazó el argumento de la empresa. Daniel Yofra, secretario general de la federación que representan a los obreros del sector, dijo que "hasta el día de hoy los trabajadores están en planta y los despedidos permanecen en las puertas, en señal de protesta".