Tras una denuncia de las autoridades del Club Atlético Independiente, la Justicia investiga el funcionamiento de una posible red de trata de personas para explotación sexual que abusaba de chicos menores de edad enrolados en las inferiores del club y que residían en la pensión que la institución tiene en Villa Domínico. La causa, que está siendo investigada por la fiscal a cargo de la UFI 4 de Avellaneda, María Soledad Garibaldi, comenzó luego de que un chico de 14 años contara al psicólogo de la pensión que otro jugador de inferiores, un juvenil de 19 años –que residía en la pensión aunque no jugaba porque estaba lesionado–, lo llevó a departamentos de Palermo y San Isidro para prostituirlo con hombres adultos. Los primeros tramos de la investigación señalan que las víctimas habrían sido cuatro chicos de entre 14 y 17 años, todos ellos de las divisiones inferiores; el joven de 19, informaron fuentes judiciales, habría operado como facilitador.

Fuentes del club confirmaron a este diario que ayer personal de la fiscalía estuvo en la pensión “haciendo entrevistas a varios de los chicos” para recabar información que sumar a la causa; de acuerdo con la denuncia, varios chicos alojados en la pensión habrían sido obligados a atravesar situaciones similares. Por la causa, además del joven de 19, está sospechado el árbitro de primera división Martín Bustos, a quien la AFA, tras la denuncia, reemplazó por otro asistente de línea en un partido del próximo domingo. Hasta el cierre de esta edición, en la causa todavía no había imputados. La investigación está caratulada como abuso sexual y facilitación de la prostitución, que en este caso resultarían delitos agravados porque las víctimas son menores de edad. 

En un comunicado dado a conocer a través de sus redes sociales, el Club confirmó que la institución “hizo la correspondiente denuncia y puso todos los elementos que están a su disposición y al personal vinculado al área para que la justicia actúe en consecuencia”. El abogado de Independiente, Daniel Llermanos, detalló que “habría existido un abuso facilitado por alguna persona “ y que confía en que “esta investigación no sea de las que se dilaten en el tiempo, porque esto sería explotación sexual en el marco de una posible trata”. Además, señaló el letrado, “lo que este hecho genera es lo que siempre uno se pregunta: si es frecuente que pase. Y hablando justamente con una persona muy vinculada al deporte, me contó que este tipo de cosas tan espantosas y desgraciadas suelen ser más frecuentes de lo que uno se imagina”.

En diálogo con este diario, el responsable de la pensión, Fernando Langenauer, quien junto con el coordinador de Inferiores, Fernando Berón, realizó la exposición que dio origen a la denuncia, confirmó que durante el día de ayer hubo “reunión con los chicos” que viven en la pensión, “para contarles un poco lo que está pasando” y ponerlos al tanto de la denuncia. “También hablamos con los padres de los chicos”, añadió Langenauer.

El caso trascendió en la noche del jueves, luego de que Langenauer y Berón denunciaran que el joven de iniciales J.V. había sido señalado como responsable de promover y explotar la prostitución de adolescentes residentes en la pensión. El primero en poder contar que era víctima de esos abusos sexuales fue un joven de 14 años, quién le narró lo que vivía al coordinador de los psicólogos de la pensión, Ariel Ruiz. El acusado J.V. tenía 19 años y era parte de la cuarta división, pero hacía tiempo que no jugaba por una lesión. Desde el momento en que se hizo la denuncia, J.V. desapareció. “Se fugó”, informaron fuentes cercanas al club.

Según el relato del chico, J.V. llevaba a los menores hasta departamentos ubicados en San Isidro y Palermo donde, a cambio de dinero, eran abusados sexualmente por hombres mayores de edad. Además del jugador ahora fugado, está sospechado el árbitro Bustos.

Los abusos habrían ocurrido en el tiempo libre que tienen los jóvenes entre que salen de la escuela, a las 17.30, y el horario en que deben regresar a la pensión, que es a las 20. Para salir durante ese tiempo los chicos tendrían autorización de los padres. De acuerdo con la declaración del chico de 14 años, J.V. le presentó a un joven en el shopping Walmart, de Avellaneda; con él se habría trasladado hasta San Isidro, donde se habría producido el abuso. 

Fuentes judiciales detallaron que la investigación “podrían tener ramificaciones que exceden al club de Avellaneda” y destacaron que la fiscal esperaría tomar más testimonios antes de decidir órdenes de captura, algo que podría tener lugar durante el día de hoy. Uno de los lugares donde se habrían cometido los abusos es un departamento ubicado en San Isidro, en el que vive el árbitro sospechado. 

Ayer, fuentes del club aseguraron que tanto en la sede de Avellaneda, donde se encuentran las instalaciones deportivas, como en el complejo de Villa Domínico, donde están los espacios de entrenamiento de las divisiones inferiores y el plantel profesional, así como la pensión que aloja a los juveniles, presentaba “actividad normal”.

El comunicado de Independiente, además de ratificar que la denuncia había sido radicada por el propio club, lamentó “este tipo de acciones que involucran a la institución en temas tan delicados” y aseguró, además: “iremos hasta las últimas consecuencias para resolverlo”. En la misma línea, ayer temprano el abogado de la institución había explicado que durante la jornada “en la hora en que la fiscal nos pueda recibir, queremos hablar con ella para interiorizarnos de las medidas que ordene y poner a su disposición la infraestructura del club y todos los datos que pueda necesitar”.