Gerardo Morales teme, lo mismo que su sumo sacerdote. Mutua construcción de poder entre servicios y represión que sólo sirve para una “calma chicha” de corto alcance, en un modelo vacío, de economía extractiva, que se sustenta en el desmembramiento de la democracia, la criminalización del opositor, la judicialización de lo político, el pedido desaforado de créditos impagables y en la complicidad de la desinformación y la dominación medial. Los presos políticos, los ya varios asesinados por la represión y la mano dura en democracia ayudan por medio del miedo a un débil gobierno fundamentado en la construcción de sentidos colectivos dentro de la mentira serial. 

En tanto una “india loca” construye, dirige, organiza. No basta naturalizar su prisión. Predice en su realidad carcelaria su caída, la de ellos y temen porque saben en su interior que va por todo y en política todos sabemos lo que eso significa. Un movimiento superador, moreno y contracultural, está en ciernes. Milagro. La derecha internacional también teme,los estremece una construcción más allá de las nacionalidades existentes la cercanía ideológico- territorial con Evo Morales. El espíritu de Bolívar y la Patria Grande sobrevuela. La flaquita tiene un sueño, la destrucción de la dominación simbólica y objetiva del estado como forma política cómplice del modelo económico neoliberal. 

Ella no construyó un estado paralelo,construyó un estado en ausencia del mismo .La obra en Alto Comedero y catorce localidades más dan prueba de ello, las miles de casas, las dos enormes escuelas, los centros asistenciales, uno de atención de discapacitados, una iglesia de culto católico, el centro de espiritualidad precolombina, los clubes y tantas cosas más, lo demuestran. 

Resignifica permanentemente la argentinidad, poniendo en su lugar latinoamericano al argentino que idealiza su descendencia de los barcos,en esa suerte de europeo en el exilio que lo complace. Origen este, del odio medio pelo argento a esta mujer, odio en sintonía fantástica e imaginativa a su cercanía de clase con la familia Fortabat y en antípodas al “aluvión zoológico”.  Sala,destruye esta representación subjetiva, la dominación simbólica, hace una nueva construcción de legitimidad entre la argentinidad profunda y lo occidental. Pero esta formulación no es de revancha ni exclusión es la manifestación de la inclusión de todos los sectores en sí mismos, es la democratización del poder desde el campo de lo social, red de relaciones entramadas entre dos mundos en el concepto andino de reciprocidad. Aquí no hay relaciones dominador/dominado, ha venido desde los noventa profundizando estas categorizaciones de percepción y de apreciación de lo real con las disposiciones que estructuraron el accionar de la Tupac.     

Su praxis, su dialéctica es donde toma posición “descolonizante”, en la hegemonía de lo popular y desde los movimientos sociales,revolución democrático cultural, que expresa un estado social de democracia, donde lo colectivo está por sobre lo individual cobrando su máxima exposición. La inversión absoluta del modelo cambiemos, del “self made man” que posee una labor básica de contexto, la fragmentación absoluta de la sociedad, desde el concepto una persona un voto y donde el nodo individualista neutraliza toda oposición.                                             

Este modelo enfrenta a intereses monopólicos nacionales, trasnacionales y de corrupción sean estos Monsanto, Ledesma o los negociados Morales-Pichetto una ruptura epistémica desde el pensamiento crítico andino.                

Aquí se entiende la sistematicidad persecutoria hacia la Tupac, su intento de destrucción a sus referentes, mostrando la potencia del nuevo/ viejo grupo de poder, una fórmula para hacer manipulable al hombre de a pie en Jujuy, la formación de un ser sin identidad, una forma práctica de matar el ánima. Milagro entiende la coyuntura, una despareja lucha por el poder, el control del estado y la sociedad, donde los sectores neoconservadores buscan desde los medios concentrados el manejo de las subjetividades en sus más íntimas percepciones,sabe que la batalla es simbólica y cultural. 

La redefinición de la argentinidad. Pensar lo económico, lo político, lo social, desde un todos una estrategia sutil incisiva de vencer la meritocracia capitalista. La argentina entendida como pluriétnica fundada en una nueva Asamblea Constituyente que derrumbe los vetustos andamiajes del estado, una nueva “res pública” con nuevos soportes simbólicos de cultura política, una nueva alma, una nueva identidad hacia el interior profundo. Por todo ello, Onán teme y su corte también.

  •  Asesor en la Cámara de Diputados de la Nación. Rector de la Fundación Universitaria Popular de Escobar.