El congresista peruano Kenji Fujimori, señalado como orquestador de los intentos de sobornos a parlamentarios que aceleraron la semana pasada la caída de Pedro Pablo Kuczynski, se declaró ayer inocente y se comprometió a dar testimonio. “Me someto a todas las investigaciones, seré testigo en los casos que sea necesario y demostraré quiénes son los corruptos”, afirmó en un video el hijo menor del ex dictador Alberto Fujimori, quien centró las culpas en el partido derechista radical Fuerza Popular (FP), que lidera su hermana mayor, Keiko. Kenji dijo ser víctima de “un operativo delincuencial” de FP, su ex partido, y señaló que lo ocurrido no deriva de un compromiso contra la corrupción sino de “una lucha por el poder”. Kuczynski renunció el miércoles en medio de un escándalo que generó la divulgación de videos y audios en que gente próxima al gobierno, incluido Kenji, hace aparentes ofrecimientos al congresista Moisés Mamani para que vote contra la destitución del mandatario, que se definiría al día siguiente.