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¿Cómo le va, lector, cómo lo está tratando “la cosa”? Discúlpeme que hable en estos  términos,  pero a veces, uno vive situaciones en las que el absurdo cotidiano lo insta a hablar más bien de “la cosa”, que de “la vida”. No se trata de ser despectivo, en lo más mínimo, sino de ser mas preciso en, justamente, lo impreciso de los tiempos que estamos viviendo.

Quiero decir: hace poco mas de un año, la gobernadora electa de la  Provincia de Buenos Aires, cometió un lapsus, que en su momento fue interpretado como un divertidísimo  fallido y repetido en todos los espacios humorísticos: confundió “futuro” con “pasado”, y dijo, en medio de la euforia eleccionaria, que íbamos con rumbo a éste último.

Freud nos enseñó que esas son las maneras (lapsus, chiste, fallido) que tiene lo inconsciente de irrumpir a la consciencia. A poco mas de un año de aquella afirmación,  el cotidiano parece reafirmar los dichos de la actual gobernadora, en temas como salarios, ocupación, represión, y tantos más. 

Podríamos preguntarnos, eso sí, a qué punto del pasado piensan llevarnos, en este “Túnel del tiempo sin Tony y Douglas (chiste para mayores, menores consultar)” en el que parecen habernos embarcado. Posibilidades hay varias:

- Pido, ya que estamos en Nochebuena y está bueno pedir deseos, o incluso milagros, que no sea a “ antes de 1813”, tiempos en los que el salario no era ni siquiera una variable de ajuste, a los esclavos los arreglaban con un poquito de charqui, y ni siquiera les ponían un cartelito que dijera que “ el exceso de sal hace mal a la salud”

- Tampoco me gustaría ir a un “pasado/futuro” pos apocalíptico, de esos que aparecen las películas, donde las personas no son necesarias. Las máquinas “ ganaron la guerra, y  se las arreglan solas . Conservan algunos seres humanos para poder decir “ yo no soy antipersona, tengo un amigo humano”, frase que no les cree nadie, pero tampoco a nadie les interesa creerlo.

- ¿Retroceder un siglo, a los tiempos de la “Ley De Residencias”, así les echamos la culpa de todo a los inmigrantes? Es una opción que a más de uno le gustaría, lo aliviaría, le evitaría reflexionar sobre su propia vida, sus errores electorales. De hecho, ahora se está intentando investigar cuántos alumnos extranjeros hay en las universidades públicas. Si, ya que están, averiguaran también cuantos hijos y nietos de inmigrantes son ahora docentes en esas mismas universidades, el resultado sería mas beneficioso para el país

- Retroceder 40 años seria honestamente nefasto.  Nadie quiere ir a esos tiempos. Nadie puede querer, decidir voluntariamente, alojarse en esa época. Llamativamente, hay quien afirma que las políticas económicas que se están tomando, son parecidas, sino las mismas. Nada que ver. Si lo recuerdan, en ese tiempo Martinez de Hoz dijo que “de acuerdo a las demandas del mercado, Argentina va a producir acero, o caramelos. En estos tiempos mauricios, la consigna es “ni acero, ni caramelos” Si la idea es que seamos un “supermercado del mundo”, en los supermercados se vende, no se produce nada. 

- ¿Podría ser “la edad media”? O, bueno, para no perder las elecciones, hagamos que sea “la edad media, pero con Internet y celular, ¿como les va? Digo esto, por los impresionantes logros que estamos teniendo en estos días en el tema científico. El mismo país que hace poco subía satélites al espacio, ahora no puede evitar que bajen… los presupuestos. 

- ¿Y los tiempos de la  Inquisición?  ¡Ahi sí que se investigaba lindo, eh! El problema es que ahora, cada vez que se investiga, parece que el diablo mete la cola, porque en vez de llegar a los K “ como corresponde religiosamente”, aparece un “M” involucrado. ¡Ya no respetan ni a la sagrada familia!

- ¿La prehistoria? ¿los tiempos pre humanos en los que los gorilas dominaban al mundo y los  buitres se alimentaban de la carroña? No sé, lector, no digo que sea imposible, ni que no vayan a hacer todo el esfuerzo por volver a aquella época en la que no hacía falta decir nada,  no había paros, movilizaciones, cuentas offshore, ni Panamá Papers. Ni siquiera había derechos humanos, ya que no había humanos que sustentaran esos derechos. Más de uno/a quisiera volver allí. Diría “eran tiempos mas simples” y seguramente primaba el “ sentido común”. Peeeero, a mí, me da cosita

Digamos lector, que mas allá de los certeros fallidos de nuestra magistrada bonaerense, mal que le pese al gobierno, no nos queda otra que vivir en el presente. 

Y lo de “mal que le pese” lo digo, y lo reafirmo, porque lo primero que hizo este gobierno, ni bien asumió, es decirnos “dennos tiempo, necesitamos un tiempo”, (usted lector, lector, sabe lo que quiere decir cuando su novio/novia le dice “ necesito un tiempo”).

Luego se pusieron a hablar de “segundo semestre”, antes de que este comenzara, y, una vez iniciado, de “tercer semestre” (más digno de Spielberg que de Duran Barba), para, finalmente, ya que estamos cinéfilos, hacer, en los tiempos de Ganancias “ una propuesta que no puedan rechazar ( remember Corleone)” a gobernadores, cuando estaban al filo de  aprobar una propuesta opositora . 

Y ahora, se viene “el año que viene”, “la década que viene”, “ el milenio que viene”, o alguna otra consigna que sabrán conseguir,  los mismos actores, autores y realizadores de “Pobreza Cero” “Los laburantes no  van a pagar ganancias”  y “¿En que te has convertido, Daniel?” verdaderos hits del ingenio Pro.

Y en todas esas frases, falta algo. Pero no es que falte porque se lo olvidaron. Falta a propósito. Falta deliberadamente.  Tanto falta, que hasta puede ser que no se note que falta. 

Y que hace falta. Mucha falta,

Me refiero, al pensamiento crítico. A la posibilidad de ver algo (o escuchar, o leer - esta nota, incluso, desde ya- ) , y en vez de afirmar moviendo la cabeza de arriba abajo sin parar, decirse murmurando  “¡Cuanta razón tiene, quiero que sea mi líder!” mientras se espera el próximo wasap de quien sea, poder preguntar y preguntarse, lo que sea. 

La pregunta. ¡La pregunta!

“¿Ser o  no ser? ¡ Esa es la cuestión!” O, prefiero esta traducción “¿Estar o no estar? ¡  Esa es la pregunta!”  ( question, en inglés, es “pregunta”, no?).

Quizás esa pregunta, la capacidad de preguntarnos, es lo que pueda hacer que “ la cosa” sea “ la vida”. Aunque el jefe de gabinete nos diga que mejor no preguntemos. Y un ministro nos informe que “no hay presupuesto para seguir preguntando  ¿O que es la investigación, sino una gran pregunta?

Esta noche, lector, y dicho esto con total respeto, se celebra el nacimiento de alguien que cuestionó, preguntó, fue crítico. Aunque los emperadores romanos no quisieran darle presupuesto También , dentro del judaísmo,  se celebra la rebelión (y liberación) contra un imperio dominante ( Jánuca)

¡Festejemos la pregunta, la critica, la libertad, mas allá de las creencias de cada uno! Brindemos entonces 

Hasta la semana que viene, lector.

@humoristarudy