Luego de montar frente a la administración provincial una carpa blanca en reclamo por la falta de paritarias libres y contra los despidos, los trabajadores estatales bonaerense se reunirán esta tarde con los representantes del gobierno de María Eugenia Vidal para dar comienzo a la negociación salarial.

“La reunión surge como imposición de la lucha, más que como convicción del Gobierno. La verdad es que si hubiera una oferta salarial sustancialmente diferente a la ofrecida a los docentes, entraría en la categoría de milagro”, opinó Oscar de Isasi, secretario general de la Asociación de Trabajadores del Estado y la CTA Autónoma bonaerense.

Para el dirigente, la unidad entre los gremios estatales más las movilizaciones del 5 y 6 de marzo y la instalación de la carpa blanca en la Plaza San Martín de La Plata “fueron determinantes para que el Gobierno tenga que abrir la paritaria”.

Los trabajadores tienen tres condiciones para llegar a un acuerdo: que la oferta incluya la recomposición salarial por la pérdida del poder adquisitivo hasta ahora, el equivalente a la inflación calculada para el año en curso y que equipare los sueldos más bajos con la canasta mínima de consumo. “Estos tres ejes son centrales para poder tener una negociación seria”, anticipó De Isasi.

“Si el Gobierno insiste en un aumento del 15 por ciento, nuestra organización lo va a rechazar categóricamente porque no contempla la proyección inflacionaria de la mayoría de los economistas que la ubican en un 20 por ciento”, aclaró el dirigente. Además, los gremios plantearán otras demandas como el “pase a planta permanente de 15 trabajadores precarizados” y la reincorporación de los despedidos.