Será, sin dudas, uno de los grandes acontecimientos deportivos del año en la Argentina. Sólo el Mundial de Rusia, acaso pueda superarlo en interés y expectativa. Pero ya es un hecho que el sábado 14 de julio, en la noche previa a la final de la Copa del Mundo de la FIFA, Lucas Matthysse defenderá su título de los welters de la Asociación Mundial de Boxeo ante el legendario supercampeón filipino Manny Pacquiao. La pelea tendrá lugar en Kuala Lumpur, la capital de Malasia, y será montada por la promotora del propio Pacquiao luego de que el boxeador le pusiera fin a su contrato con la empresa Top Rank.

Oscar De la Hoya, cuya firma Golden Boy Promotions maneja la campaña internacional de Matthysse, confirmó en su cuenta personal de twitter, la realización del combate, sin dudas el más trascendente de la trayectoria del campeón chubutense y uno de los más importantes de la historia del pugilismo nacional. A los 39 años, con 23 de carrera profesional y un record de 59 triunfos (38 por antes del límite), 7 derrotas y 2 empates, Pacquiao es una auténtica celebridad de los rings. Ha ganado 8 títulos mundiales en 7 categorías diferentes, actualmente también ejerce como senador y aspira no bien se retire, a llegar a ser presidente de Filipinas. Tan inmensa es su fama.

El perfil de Matthysse es mucho más bajo. Pero no por eso ha dejado de ser uno de los boxeadores argentinos más notables del tercer milenio. Con 35 años de edad y un registro de 39 victorias  (36 por la vía rápida) y 4 derrotas, el chubutense ganó su título mundial el 27 de enero pasado al noquear en 8 vueltas al tailandés Tewa Kiram en California. Ahora deberá exponerlo ante Pacquiao por primera vez. Y con buenas chances de volver con los brazos en alto.

“Me gusta el estilo de Matthysse, no es sucio, es serio y lo respeto mucho por ello. Será una pelea muy difícil y tendré que entrenar muy duro porque él es un noqueador de excelencia. Pero estoy emocionado con tratar de ser campeón nuevamente”, declaró el filipino días atrás en medio de las negociaciones.

Con la pelea definitivamente cerrada, Matthysse, junto con De la Hoya y su manager Mario Arano, deberá desplazarse hasta el Lejano Oriente donde el próximo 18 de abril comenzará una gira promocional por Beijing, Macao, Tokio y Hong Kong. Luego, vendrá el tiempo de la preparación en Indio (California) a cargo del entrenador Joel Díaz. Serán tres meses intensos antes de afrontar la noche más excitante de su vida. El país lo estará mirando antes de la final del Mundial.