Con una Gala lírica comenzará el esta noche la 32º temporada de Nuova Harmonia. A las 20.30 en el Teatro Coliseo, el tenor Vincenzo Costanzo y el pianista Giovanni Auletta, ofrecerán un repertorio que articulará arias de ópera, canciones napolitanas y obras para piano de alguna manera relacionadas con el universo de la ópera. Páginas celebradas de Giacomo Puccini, como "E lucean le stelle", de Tosca; "Addio fiorito asil!", de Madama Butterfly, y "Nessun doma", de Turandot; y de Giuseppe Verdi, como "La donna è mobile", de Rigoletto, y "Ah, la paterna mano", de Macbeth, se conjugarán con las encantadoras Core n'grato y Turna a Surriento, además de piezas de Frederic Chopin y Franz Liszt, en uno de esos programa que siempre resultan atractivos.

Formado en San Pietro a Maiella, el histórico conservatorio de Nápoles, Costanzo se destaca entre los jóvenes tenores italianos de la actualidad. El color de su voz, la plasticidad del fraseo y, por supuesto, la precisión de sus agudos, son algunas de las características que ya hizo notar la crítica italiana, que además pondera su manera de abordar el repertorio verdiano. Macbeth, Luisa Miller, La traviata, Nabucco, Un ballo in machera, I masnadieri son los título de Verdi que Costanzo ya debutó en casas de ópera de distintas partes del mundo, desde el Teatro La Fenice di Venecia hasta Tokyo, pasando por el Teatro Real de Madrid, el Massimo de Palermo, la Arena de Verona, el Liceu di Barcellona, además del San Carlo, de Nápoles, la ciudad donde nació en 1991. También en su repertorio están clásicos de Puccini, entre los que se destacan La rondine, La boheme y Madama Butterfly. Con sólo 27 años, el tenor italiano ha dado numerosas muestras de madurez artística y ya colaboró con directores de primera línea, como Myung-whun Chung, James Conlon y Daniel Oren.Por su parte, Auletta, también napolitano, lleva adelante una intensa actividad como pianista, solo y en conjuntos de cámara. Se formó en San Pietro a Maiella y se perfeccionó en la Accademia di Santa Cecilia, donde actualmente es docente, y se graduó como musicólogo en la Universidad de Pavía.

Sin dudas, una gala lírica es una buena manera de abrir la serie de conciertos 2018 de Nuova Harmonia, que con el sostén, entre otros, de la Embajada de Italia, el Instituto italiano de Cultura y el Ministerio de Bienes Culturales de Italia, incluirá una interesante variedad de conciertos y ballet. El 23 de abril se presentará la Orquesta Sinfónica Estatal de Rusia, dirigida por Terje Mikkelse y la participación del pianista Philipp Kopachesky que será el solista en el Concierto nº2 de Rachmaninov. Para el 9 de mayo se anuncia un recital de violín y piano, a cargo de Doménico Nordio, uno de los grandes violinistas italiano de la actualidad, que junto a Orazio Sciortino ofrecerá un programa con obras de Vivaldi, Beethoven, Prokofiev y Ravel. El 5 de junio, el compositor Nicola Piovani, celebrado por su música para cine --en 1998 ganó un Oscar por su música para La vita è bella, de Roberto Benigni-- dirigirá su ópera La vita nuova, inspirada en obra poética juvenil de Dante Alighieri.

El 29 de junio será el momento de la danza, con el Ballet de Roma interpretando Giulietta e Romeo, con la coreografía de Fabrizio Monteverde sobre la música de Sergei Prokofiev. La Orquesta de Jerusalén llegará el 15 de agosto, con Yeruham Scharovsky como director y el violinista Itamar Zorman, que interpretará en concierto de Mendelssohn. El 23 de agosto, actuará La Orquesta de cámara de la Filarmónica checa, con un programa que incluirá obras de Janaceck, Bartok y Dvorak. Otra importante formación de cuerdas europea llegará con el Sestetto Stradivarius, integrado con miembros de la Orquesta de la Academia de Santa Cecilia de Roma, que el 3 de setiembre interpretarán obras de Strauss, Schoenberg y Brahms. El 2 de noviembre, las pianistas Karen Lechner y Natasha Binder, ofrecerán un concierto a dos pianos, con imágenes de Mariano Nante, el director del documental La calle de los pianistas. La temporada terminará el 20 de noviembre, con la puesta en escena de Candide de Leonard Bernstein, en coproducción con la Orquesta Estable del Teatro Argentino de La Plata, dirigida por Pablo Druker, y la dirección escénica de Rubén Szchumacher.

Serán diez conciertos interesantes, con los que una de las temporadas tradicionales de Buenos Aires trazará una visión clara y abundante del canon clásico.