“La comisaría quinta de Lanús es un problema histórico para los vecinos de Villa Diamante”. Una docente jubilada le dijo a PáginaI12 que la violencia institucional es “cosa de todos los días” en esa zona del partido bonaerense y recordó que desde 2001, cuando ella tenía un cargo en una escuela `pública de ese barrio, “las denuncias de los padres por la violencia policial contra los pibes, era algo constante y se incrementó en los últimos años”. La seccional quinta tiene también jurisdicción en Villa Caraza, donde sus agentes participaron de uno de los más graves casos de represión ocurridos desde que Néstor Grindetti, de Cambiemos, es intendente de Lanús. El hecho ocurrió el 30 de marzo de 2017, cuando la policía ingresó a los tiros en el comedor comunitario Cartoneritos. Ese día, no sólo hubo disparos sino que también arrojaron gas pimienta y “fueron torturados dos jóvenes de 17 y 24 años”, denunció en su momento a este diario Juan Grabois, de la Confederación de de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP).  

La represión en el comedor comunitario fue presenciada y avalada por el secretario de Seguridad de Lanús, Diego Kravetz, quien en su cuenta de Facebook, desde que asumió el cargo a fines de 2015, se halaga a sí mismo por “las acciones que estamos llevando a cabo para prevenir el delito”. La última hazaña resaltada en su cuenta personal está fechada el miércoles 4 de abril pasado, a las 12,56, bajo el título “Nuevo operativo en Villa Diamante”. Según el funcionario, ese día “fueron detenidos siete delincuentes y se incautó estupefacientes”. Ese mismo día, oh casualidad, fue cuando se produjo la detención arbitraria de los hermanos J. C. y F. C., golpeados, maltratados y retenidos en forma ilegal sin motivo alguno (ver aparte). Para Kravetz, la tarea realizada, en este caso también por la comisaría quinta, sirve para “construir juntos un municipio más seguro”. 

Son muchos los datos concretos que demuestran que la política de Grindetti-Kravetz tiene cierta coherencia, siempre y cuando se trate de hacer todo lo contrario a garantizar la seguridad de la población. Otra muestra fue el hecho de que la mano derecha de Kravetz fue la pieza clave del montaje que hizo Canal 13, en el programa de Jorge Lanata, en la entrevista que le hicieron a un niño de 11 años, que frente a las cámaras se adjudicó la comisión de graves delitos. El estrecho colaborador de Kravetz que montó el penoso espectáculo se llama Daniel Alberto Villoldo, un ex policía bonaerense que fue exonerado en 2005 por el entonces ministro de Seguridad de la provincia, León Arslanian. 

Tan conocida es la oscura trayectoria de Villoldo que hasta fue denunciado públicamente por la diputada Elisa Carrió. El cargo que le hizo fue por formar parte de una red policial-judicial-política que garantiza cobertura e impunidad a redes delictivas en Lanús y Lomas de Zamora. Kravetz se rodea sin duda de gente proba a la hora de garantiza la “seguridad” de los habitantes del partido.  

Desde las oficinas de Atajo, el organismo público encargado de acercar la justicia a los barrios pobres, confirmaron otra denuncia que trasladaron a la Fiscalía General de Lomas de Zamora. La presentación fue para que se abriera una causa para establecer la posible existencia de grupos parapoliciales, que actúan encapuchados, y que realizan operativos en los cuales detienen ilegalmente a jóvenes en el partido de Lanús, que depende, en el plano judicial, de Lomas de Zamora. Por otra parte, a fines de septiembre de 2016, la comisaría fue objeto de una concentración de vecinos y familiares que denunciaron el asesinato, en esa seccional, del albañil Maximiliano Orellana. Los denunciantes aseguraron que lo habían detenido “por portación de rostro”. En el plano institucional, en poco tiempo, por la quinta de Lanús pasaron tres comisarios, Claudio Galli, Arsenio González y Blas Mpatsios. Alguno de ellos, según los medios locales, fueron echados por “inoperantes”, aunque las organizaciones vecinales opinan que las autoridades políticas “creen que pasa por cambiar nombres, cuando lo que hay que cambiar es la metodología”.