Una mujer joven, familiar del tripulante del ARA San Juan Diego Warner Clar, en diálogo con este diario, dijo que había concurrido al Senado “en representación de mi tía”, madre del submarinista, para “denunciar que el 10 de marzo pasado un grupo de familiares que estaban comunicados entre sí por WhatsApp, perdieron todos los archivos que tenían que ver con datos referidos al submarino”. La mujer, que eludió dar el nombre, aunque habló cara a cara ante el ministro de Defensa, Oscar Aguad, dijo que “el tema es serio y grave, porque parece una maniobra de inteligencia que no corresponde y que debe ser investigada”. Al ser interpelado sobre este punto, el propio Aguad reconoció que “si eso ocurrió, hay que investigarlo porque es un delito y me ofrezco a acompañarla en la presentación porque hay que saber qué es lo que pasó”.

Como en toda la exposición, las preguntas se convirtieron en un permanente ida y vuelta, donde los familiares cuestionaron cada expresión dicha por el ministro, que por momentos tuvo que ser socorrido, virtualmente, por el diputado oficialista Guillermo Montenegro y por el capitán Enrique Balbi. El primero trataba de poner “orden” ante el asedio de los familiares y Balbi respondió preguntas que estaban fuera del conocimiento técnico del ministro. 

Otro momento de tensión se produjo cuando Aguad fue interrogado por la hermana de Enrique Daniel Castillo, el oficial de inteligencia de la Armada que formó parte de la tripulación. “¿Por qué hicieron embarcar a mi hermano, que no tenía ningún tipo de instrucción para estar a bordo de un submarino? Lo que hicieron con él fue una barbaridad porque lo enviaron a una muerte segura si se producía algún problema a bordo”. Ante la consulta, Aguad pareció quedar sin palabras sobre el por qué de la presencia de Castillo. Solo atinó a decir que su labor era “de inteligencia, no tenía que cumplir ninguna misión específica en el submarino”. Balbi tuvo que intervenir, una vez más, para decir que “todos los miembros de la Armada tienen conocimiento de lo que es embarcarse en naves de superficie y reciben una mínima instrucción y la vestimenta necesaria” para una misión en un submarino.