En el cierre de la 23ª jornada de la Superliga, San Lorenzo y Vélez protagonizaron un vibrante empate 2-2 en Liniers. En la primera etapa, Mauro Zárate abrió el marcador para los locales, en el complemento Nicolás Navarro y el ingresado Nicolás Reniero lo dieron vuelta para la visita, hasta que Matías Vargas selló la igualdad definitiva. El resultado mandó al podio al conjunto de Claudio Biaggio, que mantiene firmes chances de clasificar a la Libertadores 2019, condenó a Chacarita a regresar a la B Nacional y deja al Fortín con un magro colchón de puntos de cara a la próxima temporada. Fabián Cubero cumplió 620 partidos en la Primera del Fortín.

Pese a que el césped no estaba en las mejores condiciones, el partido comenzó a puro vértigo y con escasa marca en mitad de cancha por parte de ambos. Abierto y de ida y vuelta, la primera chance llegó para la visita a los 3 minutos, con una veloz incursión de Nicolás Barrios en el área velezana que dejó la pelota a Gudiño, pero éste definió mal. En la réplica, lo tuvo Salinas para Vélez. Enseguida se ajustaron las marcas en el medio. Un tiro libre de Moyano al corazón del área local dejó solos a dos jugadores del Ciclón frente a Rigamonti, pero Paulo Díaz se interpuso a Blandi –el capitán le dijo de todo menos lindo a su compañero chileno– y entre ambos desperdiciaron una ocasión inmejorable para abrir la cuenta.

Respondió Vélez con peligrosos centros del movedizo Zárate que ni Vargas ni Domínguez pudieron capitalizar. Hasta que Vargas guapeó ante la tibieza de Díaz, ganó la posición y su gran pase en cortada fue recibido por Zárate, quien definió con jerarquía al segundo palo de Navarro. Diez minutos más tarde, luego de otra gran jugada de Zárate, que se mostraba afilado, Salinas casi mete el segundo con una media chilena. Con Blandi aislado, San Lorenzo dependía de los veloces arrestos de Barrios.

El equipo del Pampa Biaggio volvió con todo del vestuario en busca de emparejar el trámite. La primera chance la tuvo Senesi de cabeza tras un corner, enseguida un frentazo de Gudiño dio en el travesaño con Rigamonti vencido y a continuación Navarro reventó el poste derecho. Heinze se volvía loco con la última línea de su equipo y reclamaba más concentración. Zárate ya no agarraba tanto la pelota y Vélez lo sentía. Hasta que una contra de San Lorenzo provocó fallas entre Ortega y Rigamonti, lo que fue aprovechado por Barrios para el empate. Con la defensa local mal parada, el ingresado Reiniero daba vuelta el resultado, hasta que Vargas selló el empate final.