El padecimiento hepático que sufre Alejandro Medina desde diciembre pasado tiene, paradojal y necesariamente, una arista de esperanza: el compromiso de ciertos músicos para con su pronta recuperación. Se demostró en el “Todos por Alejandro Medina I”, que se realizó en Groove mediando febrero, y volverá a manifestarse hoy partir de las 20.30 en el boliche de Santa Fe al 4300. “El motor que nos mueve a participar de este concierto es la admiración por un músico fundamental en la historia de nuestro rock, un bajista excepcional y uno de los pocos bohemios rockeros que nos quedan”, enmarca Lito Vitale, director artístico del multiconcierto que también tendrá como protagonistas a León Gieco, Juan Carlos Baglietto, Nito Mestre, Hilda Lizarazu, Juanchi Baleirón, Claudia Puyó y la Medinight Blues Band. “Después de estos últimos años en los que produje infinidad de conciertos con infinidad de artistas de muy disímiles universos artísticos, aprendí que cuando hay un concepto que une, en este caso la omnipresencia de Medina, la lista de temas fluye naturalmente. En este caso, elegimos los temas mas relacionados al rock y al blues que podamos tener”, profundiza el compositor y pianista.

Vitale evoca  sus primeros encuentros musicales con Medina. En 1977, los músicos independientes asociados (M.I.A.)organizaron un ciclo en el Teatro Santa María, cuyo leit motiv era convocar dos bandas cada mes para zapar junto a ellos. “Venían Luis Alberto Spinetta, Rodolfo Garcia, Héctor Starc y el Negro Medina entre otros, pero el Negro se terminó transformando en habitué… no solo porque se mandaba a zapar rock and roll y blues con nosotros, sino también porque venía a La Churrasquita a cenar con toda la banda. Fue hermoso ese mosteo de conexión con quien, para nosotros, era –y es– un pilar del rock argentino”, recuerda Lito, pintando los buenos viejos tiempos del bajista que, por esos días, también tocaba junto a Pappo en Aeroblus.

Nito Mestre, en tanto, evoca épocas previas como la intervención de Medina en Vida, disco debut de Sui Generis. “Tengo un profundo respeto y cariño por Alejandro ya que, aparte de seguirlo desde chico con Manal, grabó el bajo en todos los temas de Vida. Él siempre tuvo respeto por nosotros, y particularmente una excelente onda conmigo. Todas las veces que nos encontramos, sentí una gran alegría cuando supe que todo le había salido bien en materia de salud”. Mestre también apela a su memoria emotiva para situarse en épocas de Billy Bond y la Pesada, y recordar que se coló como fotógrafo en una gira de aquella banda por Uruguay. “La revista Pelo terminó publicándome una foto con el Negro en plena acción”, se ríe el cantante de Sui Generis, que interpretará “Canción para mi muerte”.

Otra incondicional del Negro, que ya cantó presente en la primera movida, es Claudia Puyó. “¿Qué decir?, el negro es un músico fundacional de nuestro rock, con un gran talento compositivo. Gran cantante y bajista, personaje de pura emotividad. Tuve la suerte de tocar y grabar con él mucha música maravillosa, y de más está decir que nos une un cariño y una admiración profunda”, dice ella, cuya voz sonará cerca de la de Baglietto. “Me motiva participar en esto porque es un referente --señala Baglietto--. Yo descubrí la música en castellano hace muchísimos años, cuando era adolescente, gracias a los Almendra, a los Manal, a tipos como Medina, y se merece largamente esta ayudita. Es cierto que tal vez, en otros momentos, una juntada así no hubiese sido posible porque éramos muy prejuiciosos, pero por suerte hemos crecido, y no solo porque nos pusimos pelados y panzones”.

El festival contará, lógico, con la presencia de la Medinight Band, el grupo actual de Medina, integrado por Lola, su mujer, en voz; León, su hijo, en bajo; el tándem Juan Cavalli-Gustavo “Pegaso” Alvarez, en guitarras; Diego Toledo, en batería y Paloma Sneh, en saxo. Y también estará el mencionado Baleirón, otro adorador de la visceral obra del bajista. “Hablar del Negro es hablar de Manal. Y hablar de Manal, para mí, es hablar de un grupo fundamental del rock argentino, cuyo su bajo trepanador y swinguero nos ha conmovido tanto como ese que escuchamos, junto a Pappo, en Aeroblus”, señala el guitarrista de Los Pericos. “Creo que este concierto es para devolver con un poco de música lo que él nos dio a todos… ese rock y blues urbano y único, tan teñido de porteñitud ¿no? Me encanta poder estar ayudando a este gigante musical”.