A solo 48 horas de la condena a 18 años de prisión a un narco santafesino el ministro de Seguridad Maximiliano Pullaro decidió soltarle la mano al jefe policial de la capital provincial. Es que el nombre de Luis Siboldi quedó al descubierto en las escuchas que la justicia federal había ordenado a Beto Basimiani, el empresario musical condenado esta semana por narcotráfico, y que definiera en una conversación con un narco entrerriano al jefe saliente como "un amigo". En rigor, en la justicia federal de la capital santafesina las sospechas sobre el renunciado policía eran bastante extendidas. Sobre todo con el hecho ocurrido en el Barrio Barranquitas cuando cuatro policías pretendieron cobrarle dinero a un hombre ligado a la venta de estupefacientes, y ante el apriete, su esposa llamó al 911. De milagro no terminaron a los tiros, pero los cuatro recaudadores uniformados quedaron detenidos. Uno de ellos había sido nombrado en la investigación del camión con marihuana de Arroyo Leyes.

El Tribunal Oral Federal de Santa Fe condenó el último miércoles a Raúl Narciso Basimiani a la pena de 13 años de prisión, como "organizador" del delito de "comercio de estupefacientes", agravado por la utilización de menores de edad. En tanto, el ex productor de música tropical de 52 años fue declarado reincidente y recibió una pena unificada de 18 años, en la que se acumularon otras dos condenas en su contra.

Basimiani organizó una red de venta de drogas desde la cárcel de Coronda, hecho que quedó en evidencia a través de una investigación iniciada por la justicia federal de Rosario.

Cuando trascendieron las escuchas de Basimiani en marzo de 2017, el ministro de Seguridad Maximiliano Pullaro, defendió a su elegido. "El comisario (Luis) Siboldi es mencionado en una comunicación telefónica por un narco que habla con otro desde la cárcel. Muchas veces los narcos sabiendo que son escuchados nombran a policías que los están investigando y a los que quieren sacarse de encima". Por las dudas ‑y tal vez para curarse en salud‑ Pullaro aclaro que "a veces también nombran a políticos o jueces. Eso no es prueba alguna". Y de inmediato aclaró "hoy, hoy ‑repitió Pullaro‑ no hay prueba de comunicación alguna entre Siboldi y este narco preso", sentenció el jefe máximo de la seguridad santafesino. En ese expediente el fiscal federal Walter Rodríguez estudió las llamadas del narco bailantero preso en Coronda a un par entrerriano, a quien le aconsejó hablar con "el dueño del circo, con el jefe de la regional I".

Basimiani, estaba preso desde noviembre de 2015 en el penal de Coronda, donde cumplía una condena a seis años de prisión por vender drogas con connivencia policial: la del ex jefe policía santafesino Hugo Tognoli.

Las escuchas telefónicas revelan que Basimiani operó desde la cárcel, entre agosto y octubre de 2016, a través de su esposa de apellido González, detenida en el Instituto de Recuperación de Mujeres de Santa Fe. Uno de esos diálogos interceptados expone su relación con otro preso por narcotráfico en Entre Ríos, a quien Basimiani le dice que el jefe de la Unidad Regional I Luis Siboldi es "un amigo de toda la vida", "un hombre de negocios" y "un intocable".

En aquel momento el fiscal federal Walter Rodríguez le advirtió al jefe del Servicio Penitenciario sobre la facilidad con la que Basimiani se comunicaba desde el interior de la cárcel con un narco entrerriano.

Era Pablo Cococcioni, quien casualidades por medio o no tanto, fue uno de los funcionarios que participó oficialmente de la asunción del nuevo jefe policial. Es que desde hace unos días Cococcioni es el secretario de Coordinación de Gabinete y Articulación con el Poder Judicial, y desde ese rol puso en funciones al nuevo jefe de la Unidad Regional I (departamento La Capital), director de Policía Víctor Teófilo Pereira.