Las representaciones sociales definen la identidad y la especificidad de los grupos dentro de un determinado sistema de normas y valores compartidos e históricamente determinados. Pero si hablamos de profesiones estereotipadas, la enfermería es una de las que encabeza la lista. La imagen de una enfermera como un "ángel de la gracia de Dios", con un marcado carácter altruista ante el sufrimiento tiene un porqué que data de mucho tiempo atrás.

En este contexto, un proyecto de investigación a cargo de docentes de la Escuela de Enfermería, que pertenece a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Rosario, tiene como objetivo reflexionar sobre las imágenes, valores y creencias que comparten los ingresantes y los estudiantes del último año de la carrera. "Este proyecto se desprende de otro que hicimos anteriormente, en el que construimos un perfil del estudiantado, en donde vimos que poseía algunas características puntuales. Una de esas es que una mayoría era el primer universitario de su familia, y que además viene de un sector que no es de un poder adquisitivo importante", introdujo Graciela Simonetti, directora del proyecto.

La licenciatura en Enfermería tiene cinco años de cursado y a partir de las primeras conclusiones de las profesionales se puede establecer que la mayoría deja en tercer año, que es cuando se obtiene el título intermedio de enfermero. Si bien se puede empezar a ejercer a partir de la culminación del tercer año, cuenta con un total de cinco para obtener el título final. Se da más importancia a los cuidados críticos como así también a la administración e investigación.

Los que continúan los últimos dos años son pocos, y la mayoría lo hace porque no tienen una visión satisfactoria del mercado laboral. Entonces es necesario preguntarse: ¿Qué pasa con las representaciones sociales acerca de la decisión de continuar estudiando? ¿Qué pasa con las representaciones acerca de la profesión? 

Para llevar adelante la investigación, los autores decidieron tomar la categoría teórica de representaciones sociales porque les pareció que era la que más se adaptaba a lo que se buscaba averiguar, ya que involucra un conjuntos imágenes, opiniones y actitudes que generalmente se conforman a nivel de los grupos. Ese conjunto de imágenes se va construyendo con parte de la historia socialmente construida y con lo que los medios plantean. Serge Moscovici, uno de los referentes de esta teoría, plantea que los medios de comunicación son  los principales hacedores de representaciones sociales.

La primera idea fue tomar solamente los estudiantes más avanzados, pero pareció provechoso tomar también ingresantes. La muestra estuvo conformada por 30 ingresantes y 90 estudiantes que cursaban quinto año de la Carrera Licenciatura en Enfermería. El análisis de los datos se realizó de manera inductiva, asociando palabras y expresiones por su sentido semántico.

Las imágenes, valores y creencias que sobresalen, se relacionan con la vocación de servicio: cuidar, ayudar, atender, comprender, dar amor al otro, al necesitado, una entrega desinteresada, altruista. "Utilizamos una técnica que consiste en la asociación de palabras y jerarquización, y ahí aparece esa imagen muy propia de la enfermería como vocación, abnegación, sacrificio y el dar todo por el otro. Es una visión que está muy arraigada en la sociedad y en la historia propia de la enfermería", comentó Simonetti.

"Nos preocupa cuando comparamos la imagen que tiene el ingresante con los que están cursando el ciclo superior. La diferencia es que hay una imagen más técnica de lo que es la profesión y su desenvolvimiento, pero sigue con fuerza esta cuestión vocacional, el de entregar todo hacia el otro, incluso dejando de lado las propias necesidades. Uno tiene que pensar que la enfermería, si bien es cierto que implica una relación con el otro, también conlleva estudio constante, autonomía y toma de decisiones que lo diferencian de las prácticas cotidianas que se realizan en otros ámbitos, como el hogar", confesó la docente.

Entre tercero y cuarto baja el nivel de alumnos, pero hay un detalle a tener en cuenta: la situación de crisis en cuanto al trabajo es uno de los factores que inciden. En estas épocas lo primero que aparece son planes para fomentar los estudios a través de programas de subsidios, para que más personas puedan realizar su carrera universitaria, lo que hace que se incremente la cantidad de ingresantes, que entran buscando una salida laboral rápida. Al tercer año obtienen un título que los habilita y ahí se insertan al mercado laboral, y es la razón por la que se produce un quiebre. Una vez que están trabajando, les cuesta volver a estudiar y se les complica también por el tiempo. Además dentro del ámbito del mercado laboral, el título completo no siempre asegura una distinción salarial o de funciones, cosa que también desalienta a terminar los cinco años.  

Es interesante recordar cómo nace la enfermería, para entender por qué siempre fue ligada a una labor de la mujer. Si bien al principio era exclusivo de las órdenes religiosas, ejercida por hombres, luego pasó a un rol femenino  vinculado con el cuidado maternal. Es así que con el tiempo comienza una tarea de profesionalización en donde se mantiene ese estatus de las mujeres como cuidadoras. Se tardó muchos años para que hombres tomaran la decisión de incorporarse al trabajo de la enfermería, teniendo en cuenta que existía un fuerte estigma de que los varones que se dedicaban a esta tarea, eran homosexuales, lo cual era visto con rechazo en otros tiempos. Entonces, podríamos decir que existía un estereotipo de la enfermería rodeado de prejuicios, y en algunos casos todavía perdura.

Según fueron pasando los años, se produjo un crecimiento bastante importante en cuanto al ingreso de hombres a la carrera. En la actualidad, existe un menor prejuicio en cuanto a que carrera estudiar, así como también ocurre en el caso de las disciplinas que históricamente fueron adjudicadas al género masculino y que ahora son elegidas por mujeres, como ingeniería. "Igualmente aunque ahora hay más paridad de género, sigue siendo una profesión donde las condiciones de trabajo siguen estando bastantes precarizadas: hay que cubrir los 365 días del año, con horarios rotativos y los sueldos no siempre son buenos. No tiene muchas más dificultades que otras, y es muy parecida en cuanto horarios a cualquier profesión del sector de la salud, pero es una realidad que las condiciones de trabajo puedan todavía mejorar", opinó Simonetti.

Las representaciones sobre la Enfermería construidas histórica y socialmente atraviesan el espacio del ejercicio profesional y el educativo. Sobre este último aspecto, vale reflexionar sobre cuánto se está aportando desde la Universidad para la construcción de una identidad profesional fundamentada en la ciencia y la investigación. "Hemos publicado periódicamente y hecho presentaciones en congresos, porque nos parece que si no se socializa el conocimiento no tiene ningún sentido investigar. Es importante poder generar reflexiones y aportar a la disciplina. Cuesta bastante desmitificar esta idea de la carrera solamente femenina y que es sólo de vocación. Hay muchos lugares del mundo donde se trabaja sobre estos aspectos porque cuesta romper los estereotipos. Hay que continuar trabajando para que la sociedad pueda también hacerse una imagen diferente de la profesión", resumió la investigadora. 

El grupo de investigación está además integrado por Nanci Marínez Salomón, Gricelda Leoni, Adriana Alvarez, Olinda Godoy, Rosana Nores, Simón Acosta y Natalí Córdoba.