Tres estadounidenses que estaban detenidos hace más de un año en Corea del Norte fueron liberados y volaban de regreso a su país, anunció ayer el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien se anotó así una gran victoria diplomática de cara a su cumbre con el líder norcoreano, Kim Jong-un.

Un funcionario estadounidense dijo que los tres detenidos recibieron una “amnistía”, y Trump precisó por Twitter que “los tres caballeros que todos quieren ver” volaban hacia Estados Unidos junto al secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, y que él mismo irá a recibirlos mañana a su llegada a una base militar cercana a Washington.

Hace una semana comenzaron a surgir rumores de la liberación del empresario Kim Dong-chul, de 64 años, del ex docente Tony Kim, de 59 años, y del especialista en agricultura Kim Hak-song, con 60, todos surcoreanos nacionalizados estadounidenses y acusados de actos hostiles contra Corea del Norte, como gesto previo a la cumbre.

La Casa Blanca dijo que los tres hombres pudieron abordar, sin necesitar asistencia, el avión de la Fuerza Aérea en el que viajan con Pompeo. Un segundo avión, con un equipamiento médico más completo, los esperaba en Japón, en una base de la Fuerza Aérea estadounidense en Yokota, a las afueras de Tokio. Periodistas estadounidenses que acompañaban a Pompeo dijeron que los tres fueron liberados apenas una hora antes de que partiera el avión del secretario de Estado. 

“Aprecio que Kim Jong-un haya hecho esto y les permitiera irse”, dijo Trump a periodistas al inicio de una reunión de su gabinete. La liberación coincidió con una visita de Pompeo a Pyongyang, la capital norcoreana, para finalizar los planes para la histórica cumbre entre Trump y Kim, que será la primera entre los líderes de ambas naciones. 

Trump dijo a los periodistas en la Casa Blanca que el encuentro no tendrá lugar en la zona desmilitarizada que separa las dos Coreas y que el lugar será anunciado en los próximos tres días.

Singapur parece ser, en este momento, el escenario más probable para la reunión sin precedentes, a fin de este mes o a principios de junio, dijeron funcionarios citados por la cadena de noticias CNN.

Las acusaciones contra los tres estadounidenses eran vistas como políticamente motivadas, y su detención había complicado las ya de por sí tirantes relaciones bilaterales, todo ello en el marco de la disputa por el programa de armas atómicas de Corea del Norte.

La familia de Tony Kim agradeció a “todos aquellos” que trabajaron por su retorno y también dio el crédito a Trump por haber entablado negociaciones directas con Corea del Norte. “Mayormente agradecemos a Dios por el regreso de Tony”, dijo la familia en un comunicado, al tiempo que urgió a los estadounidenses a “continuar rezando por el pueblo de Corea del Norte y por la liberación de quienes aún están detenidos”.

La vocera de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, dijo en un comunicado que Trump consideraba la liberación “un gesto positivo de buena voluntad”.

La liberación coronó un día de frenética diplomacia de Pompeo en Pyongyang. Luego de una reunión de 90 minutos con Kim, respondió mostrando sus dedos cruzados cuando los periodistas estadounidenses le preguntaron por los detenidos a su regreso a su hotel. 

Luego llegó al lugar un emisario del gobierno que le informó que la liberación ya había tenido lugar, informó el diario The Washington Post.

Más tarde, los tres fueron vistos bajar de una camioneta en el aeropuerto y caminar hasta el avión de Pompeo, que salió una hora después, agregó el periódico. Los estadounidenses habían estado prisioneros por periodos que oscilaron entre uno y dos años. En años recientes, varios otros norteamericanos detenidos en Corea del Norte por delitos leves fueron liberados en coincidencia con visitas personales de funcionarios estadounidenses que viajaban con ese objetivo.

El último estadounidense en ser liberado antes que estos tres, el estudiante universitario Otto Warmbier, murió en junio del año pasado, días después de que fuera repatriado a Estados Unidos con daño cerebral severo.

Warmbier fue arrestado en Corea del Norte en enero de 2016. Fue acusado de robar un póster de propaganda y sentenciado a 15 años de prisión y trabajos forzosos. Sus padres presentaron una demanda ante la Justicia estadounidense en la que acusan al gobierno norcoreano de torturar y matar a su hijo.

Pompeo, en su visita, discutió la agenda de la cumbre Trump-Kim durante una reunión con Kim Yong Chul, vicepresidente del Comité Central del Partido Comunista de Corea del Norte.

El viaje de Pompeo, el segundo a Corea del Norte que hace este año, no había sido anunciado públicamente cuando partió de Washington el lunes por la noche. Fue Trump quien lo reveló ayer al comunicar que Estados Unidos se retiraba del acuerdo nuclear firmado con Irán, otro enconado rival de Washington.

Una cumbre Trump-Kim parecía impensada meses atrás, cuando ambos líderes intercambiaban amenazas e insultos por el desarrollo de armas nucleares y el ensayo de misiles balísticos por parte de Corea del Norte. Pero la diplomacia ganó terreno luego de que las dos Coreas limaran sus propias asperezas, incluyendo la decisión de Pyongyang de enviar una delegación a los Juegos Olímpicos de Invierno en Corea del Sur. Los líderes de los dos vecinos ya celebraron su propia cumbre el mes pasado.

En marzo, Trump aceptó de manera sorpresiva una oferta para mantener conversaciones con Kim luego de que el dictador norcoreano accediera a suspender las pruebas nucleares y de misiles y discutir la “desnuclearización”. Según Corea del Sur, Kim dijo que estaba dispuesto a renunciar a sus armas atómicas si Estados Unidos se compromete a poner fin formalmente a la Guerra de Corea y a no atacar a su país.