Más de tres mil científicos pertenecientes al área de Ciencias Biológicas y Salud elegirán a su representante en el Directorio. El 31 de mayo, el escrutinio será realizado en la sede central del Conicet, bajo la fiscalización de un supervisor de la Escribanía General del Gobierno de la Nación. Sin embargo, no necesariamente quien obtenga la mayor cantidad de votos de sus pares será finalmente designado, porque –de acuerdo al Decreto 1661/96– recae en el Poder Ejecutivo Nacional la oficialización del nombramiento entre los candidatos más votados. Con el recuerdo fresco de lo acontecido con Roberto Salvarezza y su aprobación cajoneada (en los comicios del área de Ciencias Exactas y Naturales, 2016), el rol que finalmente desempeñe Mauricio Macri no constituirá un detalle menor. Quien ocupe ese espacio reemplazará a la doctora Mirtha Flawiá y se mantendrá en sus funciones por un plazo de cuatro años. 

Pese a que el Conicet es una institución que recibe constantes reconocimientos internacionales, durante el último bienio sufrió golpes domésticos muy significativos. Bajo esta premisa, los candidatos de las distintas regiones, Alberto Kornblihtt (Metropolitana), Mirtha Lewis (Sur) y Eduardo Ceccarelli (Litoral), comparten sus ideas respecto al conflicto presupuestario, la posible fuga de talentos y la eficacia en los sistemas de evaluación, al tiempo que describen sus propuestas de federalización y transferencia tecnológica. 

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