El fútbol profesional es un destino al que muchos aspiran pero pocos llegan, la distinción para vestirse de celeste y blanco está reservada para un grupo todavía más reducido y ponerse esa camiseta que se hace bandera en un Mundial implica ya anotarse en un selecto cuadro de honor. Solo 265 futbolistas representaron a Argentina en una Copa del Mundo, 211 participaron al menos un minuto, apenas 55 consiguieron marcar un gol y 43 elegidos fueron campeones del mundo. 

En los 44 años de continuidad mundialista que lleva Argentina, desde Alemania 1974 hasta la Copa del Mundo que está por nacer en Rusia, las listas de futbolistas citados marcaron continuidades y rupturas que definieron las distintas etapas por las que transitó el conjunto nacional. Cada plantel, primero de 22 jugadores y más tarde de 23 (a partir de 2002), reflejó no solo las intenciones de los entrenadores que condujeron cada ciclo sino también en ocasiones las distintas coyunturas del país y su fútbol. 

Para el Mundial que la historia del fútbol le deberá siempre a la Holanda de Johan Cruyff, Argentina convocó por primera vez a futbolistas que jugaban en el exterior. Así, a España llegaron los llamados para Ramón Heredia y Rubén Ayala (Atlético de Madrid), Daniel Carnevali y Quique Wolff (Las Palmas) y Miguel Santoro (Hércules); desde Portugal arribó Chirola Yazalde (Sporting) y de Brasil, el capitán, Roberto Perfumo (Cruzeiro). El equipo que más jugadores aportó a la lista fue Huracán, campeón un año antes: Jorge Carrascosa, Miguel Brindisi, Carlos Babington y René Houseman cargaron el bolso al hombro en Parque de los Patricios. Aquel título del Globo fue también el que llevaría luego a César Luis Menotti a la dirección técnica del seleccionado.

La nómina para el único Mundial disputado en nuestro país solo repitió a Mario Kempes, Ubaldo Fillol y Houseman en relación al plantel de Vladislao Cap en Alemania. Alrededor de la nómina de Menotti giraron varias cuestiones y algunas siguen flotando pese a las desmentidas, como la renuncia del capitán, Jorge Carrascosa, y la convocatoria del Beto Alonso por presión del almirante Carlos Alberto Lacoste, titular en Ente Autárquico Mundial 78 y luego vicepresidente de la FIFA. Entre los ausentes, tronaba el reclamo por Juan José López, figura del mediocampo de River, y tampoco fueron convocados Ricardo Enrique Bochini, figura del Independiente de alto vuelo internacional, ni Carlos Bianchi, goleador del fútbol francés y autor de 40 goles en 41 partidos en el PSG en la temporada previa a la Copa del Mundo. Y Menotti cometió un error histórico al desafectar a Diego Maradona en el prólogo del Mundial.

Para intentar defender el título en España 1982, Menotti renovó medio plantel al dejar de lado a once campeones del mundo para incluir a Nery Pumpido, Enzo Trossero, Julio Olarticoechea, José Van Tuyne, Juan Barbas, Patricio Hernández, Gabriel Calderón, Maradona, Santiago Santamaría, Jorge Valdano y Ramón Díaz. La vieja guardia y la renovación prometían una combinación ideal, pero desde el debut con derrota ante Bélgica hasta la eliminación con Brasil nada salió como se esperaba.  

El abismo que se creó entre Carlos Salvador Bilardo y Menotti solo lograron atravesarlo cinco futbolistas de un Mundial al siguiente: Daniel Alberto Passarella, Pumpido, Olarticoechea, Valdano y Maradona; los dos últimos fueron los únicos que jugaron en España y en México. La elección de Bilardo, como todo su ciclo, recibió una andanada de críticas al marginar sobre el final a varios de los jugadores con los que había contado hasta último momento para incluir a otros que en la previa no sumaban ninguna adhesión, como José Luis Brown. Al igual que había ocurrido con Lacoste en 1978, reapareció la bruma de la injerencia externa, esta vez con Julio Humberto Grondona como protagonista para colocar a Bochini y Carlos Tapia. Héctor Zelada, quien llevaba casi diez años en el fútbol mexicano, apareció sorpresivamente entre los 22; era el arquero del América y fue la llave para que Argentina pudiese hospedarse en la concentración de las Águilas. Es el único de los campeones del mundo que nunca jugó en el seleccionado.

Sólo siete de los futbolistas que habían alzado el trofeo diseñado por Silvio Gazzaniga en el Estadio Azteca (más Gabriel Calderón, presente en España 1982) repitieron presencia en Italia, Mundial al que Bilardo llevó una barricada que incluía ocho marcadores centrales: Juan Simón, Oscar Ruggeri, José Tiburcio Serrizuela, Pedro Monzón, Néstor Lorenzo, Roberto Sensini, Néstor Fabbri y Edgardo Bauza. Los grandes ausentes fueron Ramón Díaz y Valdano, que después de recuperarse de un desgarro fue desafectado por Bilardo a último momento. “Nadé seis meses para morir en la orilla”, se lamentó el delantero que se veía en su tercera Copa del Mundo. En ambos casos, la decisión de Bilardo fue contraria a los deseos que Maradona, que sabía la ventaja que podía tener con quienes ya habían sido sus socios en la gloria, uno en el campeonato mundial juvenil de 1979 y el otro cuatro años atrás.

Con la partida de Bilardo, la posta en la conducción la tomó Alfio Basile y el cambio de orden fue marcado. A la Copa América de 1991 llevó solo a cuatro mundialistas, los arqueros Sergio Goycochea y Fabián Cancelarich, Oscar Ruggeri y Claudio Caniggia. Dos años más tarde, a la conquista del último título de la selección fueron Goycochea, Ruggeri y José Basualdo, tres de los que habían estado en Italia y a los que se agregaba Luis Islas, campeón del mundo en 1986. Ellos cuatro más Diego, Caniggia, Sensini, Balbo y 15 debutantes en mundiales conformaron el plantel en Estados Unidos 1994, ese campeonato al que Argentina fue con un equipo soñado pero no pudo escapar de la pesadilla.

Passarella fue el primer campeón en dirigir al equipo en un Mundial. A Francia 1998 fue dos jugadores que disputarían su tercera Copa del Mundo consecutiva, Sensini y Abel Balbo, y cuatro que lo harían por segunda vez, Diego Simeone, Gabriel Batistuta, Ariel Ortega y José Chamot. En lugar de cortar algunos nombres a último momento, el Káiser optó por una jugada distinta: confirmó a 21 futbolistas y dejó libre la última plaza. Cuando se esperaba que ese lugar fuese para Christian Bassedas, hombre que había formado parte de todo el proceso -incluso hasta con la cinta de capitán-, finalmente lo ocupó Balbo. Sin embargo, no fue el mediocampista de Vélez la nota faltante, sino dos renombradas figuras de alta estatura internacional. Fernando Redondo, en el podio de los mejores del planeta en su puesto con el brillo que irradiaba desde Real Madrid, y Claudio Caniggia, que con 31 años había vuelto al fútbol italiano después de su paso por Boca, dejaron un enorme vacío aquella vez. Como contrapunto, las sorpresas estuvieron en las presencias de los defensores Pablo Paz y Mauricio Pineda, autor de un gol ante Croacia.

Pese al cambio de entrenador, para la cita de 2002 se repitieron más de la mitad de los nombres. Marcelo Bielsa eligió para Corea y Japón a 13 de los 22 futbolistas que habían ido a Francia: Germán Burgos, Pablo Cavallero, Roberto Ayala, José Chamot, Javier Zanetti, Matías Almeyda, Diego Simeone, Ariel Ortega, Marcelo Gallardo, Juan Sebastián Verón, Hernán Crespo, Claudio López y Batistuta. Y a ellos se agregó Caniggia, que regresaba al seleccionado después de seis años de ausencia y de haber estado en Italia 1990 y Estados Unidos 1994.

La etapa siguiente fue diferente al marcar un quiebre. Apoyándose en varios de los futbolistas a los que había formado en las selecciones juveniles, José Pekerman les dio continuidad mundialista en Alemania 2006 solamente a Juan Pablo Sorín, Pablo Aimar, Crespo y Ayala. En Milán, Italia, quedaron Verón, Zanetti y Walter Samuel sin ser considerados; además, Germán Lux perdió sobre el final su lugar como tercer arquero a manos de Oscar Ustari.  

Para ir a Sudáfrica, Maradona debió elegir a 23 futbolistas en un ciclo por el que habían pasado 106 y la nota saliente estuvo dada por la inclusión de Diego Pozo y Ariel Garcé, ambos de Colón. Lionel Messi, Javier Mascherano, Maximiliano Rodríguez, Carlos Tevez, Nicolás Burdisso y Gabriel Heinze, fueron los seis jugadores incluidos en la nómina que también habían estado en Alemania cuatro años antes, a quienes se agregaban los regresos mundialistas de Verón y Walter Samuel. 

Alejandro Sabella repitió en Brasil a Sergio Romero, Mariano Andújar, Martín Demichelis, Ángel Di María, Gonzalo Higuaín, Maxi Rodríguez, Sergio Agüero, Messi y Mascherano y ocho años después de su primera experiencia a Rodrigo Palacio. Figura en Juventus, la aclamación por Tevez no alcanzó para que fuese incluido y Ever Banega quedó afuera de manera inesperada, mientras que sí fueron citados José Basanta y Hugo Campagnaro, virtualmente desconocidos en el medio local.

En Rusia, Argentina tendrá el plantel mundialista más experimentado de su historia. Messi y Mascherano igualarán la marca de Maradona al estar presentes en cuatro mundiales de mayores; aunque seguirá en poder de Diego el simbolismo de haberlo hecho cada vez con la camiseta número 10. Romero, Higuaín, Dí María y Agüero irán por su tercera Copa del Mundo. La lista de 35 jugadores que elaboró Sampaoli y el lunes acotará a los 23 definitivos, incluye además a otros tres futbolistas que estuvieron en Brasil: Lucas Biglia, Marcos Rojo y Enzo Pérez. Adentro en Sudáfrica 2010 y afuera en Brasil 2014, Nicolás Otamendi es otro con antecedentes mundialistas.

Cada cuatro años un puñado de jugadores concreta el sueño de millones. Entre aprobaciones y cuestionamientos, el Mundial toma forma definitiva cuando los nombres están definidos. Dentro de dos días se conocerán los 23 que irán a Rusia, el país que marcó a fuego la historia del siglo XX y al que Messi irá a buscar lo que le corresponde.