La Justicia ordenó la prisión preventiva sin plazo para Maximiliano Córdoba, el suboficial que estaba de servicio cuando vio a un joven que había robado un supermercado y le disparó por la espalda. El acusado fue imputado por el delito de tentativa de homicidio y falsedad, ya que alteró la escena -dejó un arma al lado del baleado- y dio datos erróneos en el acta. "Hay 24 evidencias y ninguna es desincriminatoria. Es muy grave, sobre todo porque después del hecho se intentó modificar la escena y falsear documentación pública", justificó el juez Hernán Postma en su resolución, al avalar la acusación por el hecho de "violencia institucional".

Córdoba tiene 29 años y estaba de servicio en la comisaría 2ª -sin uniforme, pero con chaleco antibalas, según dijo ayer- el martes 13 de febrero pasado. Iba en su Renault Sandero cuando advirtió que en Maipú, casi Mendoza, había una "moto con un hombre, esperando en marcha para salir en contramano", relató ayer. Entonces vio salir a Facundo Olivieri de un supermercado chino, con un arma en la mano. La fiscal de Violencia Institucional, Karina Bartocci, indicó que el policía dio la voz de alto, con la 9 milímetros en al mano, y que el acusado de robo tiró el arma que tenía, que le golpeó en el pecho al suboficial. Sin embargo, la corrida continuó hasta que un disparo le dio en la espalda a Oliveri. El herido logró sobrevivir y actualmente está preso en la Unidad 3. La fiscal agregó que el policía levantó el arma del piso y la colocó al lado de Olivieri.

En esa parte de la secuencia, Córdoba declaró que Oliveri "hizo caso omiso a la voz de alto. Yo no vi que tirara el arma. El de la moto también estaba armado. Hice disparos al piso, y también hizo caso omiso. Salió una persona del contenedor y le hizo una trabada, lo agarré, quise tener y en el forcejeo se escapó un tiro por error, porque el arma es sensible", aseguró. Su versión apuntó a que "una persona pasó y dijo que en la esquina había un arma tirada. Temí que alguien la agarre, que vuelva el de la moto. No pensé lo que tenía que hacer. Era un arma calibre 40 que se determinó que estaba apta para el disparo. Le di cuatro veces la voz de alto. Fue un disparo intimidatorio y otro en el forcejeo", reiteró en la audiencia de ayer.

Entre las evidencias, la fiscal mencionó el video de la cámara de seguridad de la zona -que publicó el periodista de Rosario/12 José Maggi, en este diario, el 25 de marzo pasado-, donde se ve que "cuando el policía dispara, la víctima ya estaba desarmada", dijo la fiscal.

Oliveri, en tanto, fue imputado dos días después por el hecho de robo calificado, portación y tenencia de arma de fuego por el fiscal Mariano Ríos. En su declaración, el muchacho indicó: "Yo le tiro la pistola y corro hacia Mendoza y él da un tiro al piso. Un transeúnte me tira una trabada y como no caigo, (el policía) me tira un tiro por detrás. Se llenó de policías y recién ahí llamaron al Sies. No me pegan pero me apoyan la rodilla en la herida", dijo.

El juez también valoró los dichos de un testigo. "Voy hasta el contenedor de basura y escucho 'alto policía'. Observo una moto con su conductor y detrás de éste uno corriendo; atrás venía el personal policial. Yo intento detener al que corría con una patada con la que lo desestabilizo y en ese momento escucho una detonación de arma de fuego por lo que me escondí en el contenedor. Cuando salí, segundos después, el masculino estaba caído y el policía observándolo". 

La defensa del acusado apuntó a que se trata de un hecho de lesiones en el marco del trabajo de Córdoba para disuadir un hecho delictivo. "No tiene antecedentes, tiene una familia constituida y un hijo de 7 meses", protestó para pedir la prisión domiciliaria.

Sin embargo, Postma le dio la razón a la Fiscalía. "Las evidencias que trae son por demás de significativas y de carácter incriminante, no es una sola, son 24. Los hechos que tenemos son muy graves: si bien se inicia con un accionar que estaría en cumplimiento de un deber, para detener otro accionar, termina con una acción delictiva del policía. Se da con el disparo de un arma, pero con algo que es más grave aún, la probable falsificación de documento público", dijo Postma.

El caso cobró relevancia en un contexto nacional preocupante. Por aquellos días, este diario publicó una entrevista al defensor regional de Rosario Gustavo Franceschetti, quien se esperanzó con que "a diferencia de lo que hizo el presidente Mauricio Macri con el caso Chocobar ‑policía que mató por la espalda a un acusado y fue recibido en la Casa Rosada‑ espero que en Santa Fe no se den señales alentadoras para que estos casos se repitan".