La literatura es un campo de experimentación para Olga Tokarczuk, una de las voces más vigorosas de la narrativa polaca contemporánea, ganadora del premio Man Booker International por su novela Flights (Vuelos), publicada por el sello Fitzcarraldo Editions en traducción al inglés de Jennifer Croft. El título original es Bieguni, palabra clave que refiere a los bieguni o vagabundos, una secta eslava oscura y posiblemente ficticia que ha rechazado la vida sedentaria por una existencia de movimiento constante, en la tradición de los yoguis viajeros, derviches errantes o monjes budistas itinerantes que sobreviven gracias a la bondad de los extraños. Tokarczuk, la primera escritora polaca que obtiene esta distinción, se impuso a la surcoreana Han Kang –que ganó el mismo premio con La vegetariana en 2016–, al húngaro László Krasznahorkai, al español Antonio Muñoz Molina, a la francesa Virginie Despentes y al iraquí Ahmed Saadawi. 

En Flights, la narradora polaca explora el movimiento físico, el cuerpo mortal y el significado del hogar, mediante un puñado de historias aparentemente desconectadas a través del tiempo y el espacio, con ecos de W. G. Sebald, Milan Kundera y Danilo Kiš. “No es una narración tradicional”, aclaró la presidenta del jurado, Lisa Appignanesi, y mencionó una expresión que usa Tokarczuk para referirse a sus textos como “novelas de constelaciones” para elogiar el trabajo de una autora que lanza sus historias en órbita y permite a sus lectores integrarse a esa constelación. “Nos encantó la voz narrativa, que se mueve desde el ingenio y la travesura alegre a la textura emocional real, y tiene la capacidad de crear personajes muy rápidamente, con digresiones y especulaciones interesantes”, explicó la presidenta del jurado. “Este es un premio que permite que los escritores sean más conocidos en Gran Bretaña y en el idioma inglés que en el pasado”, aseguró Appignanesi.

Hay dos libros de Tokarczuk (29 de enero de 1962, Sulechów, Polonia) traducidos al español. Las novelas Sobre los huesos de los muertos (publicada por Siruela en España en 2016 y la editorial Océano en México) y Un lugar llamado Antaño (Lumen, 2001), donde cuenta la historia de tres generaciones de campesinos en un pequeño pueblo llamado Prawiek. La primera es un policial sui generis que tiene como protagonista a Janina Duszejko, una mujer mayor, ingeniera jubilada y profesora de inglés, cuyas convicciones respecto al cuidado del medioambiente y los animales resultan un tanto radicales. En Sobre los huesos de los muertos –que ocasionó un fuerte debate en Polonia, donde la cacería es una actividad muy común– se narra una serie de muertes misteriosas desde la hipótesis que postula Janina: los animales son los responsables. Según la narradora, la fauna del lugar, harta de ser cazada por los lugareños, está tomando represalia contra quienes la amenazan con sus rifles. “Quería atraer la atención de la gente hacia el problema de matar animales, que es un tema importante para mí. El tema principal del libro es ¿cómo podemos ser buenos ciudadanos de un país cuando no aceptamos sus leyes? ¿Qué tan lejos podemos llegar si nadie nos escucha sobre eso que queremos cambiar?”, se pregunta la escritora polaca. “Para mí la literatura es un campo de experimentación moral; podemos hacer cosas que no podríamos hacer en la vida real, así que mi provocación fue buena porque hubo discusión. Incluso el expresidente Bronislaw Komorowski, que era cazador, dijo, luego de leer el libro, que prometía no volver a cazar”.

Aunque todavía no ha sido traducido al español, con Los libros de Jacob (2014) Tokarczuk ganó el premio literario Nike y recibió amenazas de muerte de grupos de la extrema derecha por haber afirmado en una entrevista que Polonia tiene un pasado del que nadie debería sentirse orgulloso. La escritora confesó que cuando era joven creía que escribir era un trabajo inocente. “Ahora creo que todo es político: lo que comes, lo que vistes, qué tipo de libros lees. En Polonia preferiríamos vernos como una nación de colores brillantes sin admitir que también hemos tenido momentos oscuros y que se hicieron cosas horribles –advirtió la ganadora del Man Booker International–. En Polonia tenemos una situación política muy frágil, me convertí en una suerte de víctima inocente de esta energía violenta porque mi libro no es provocador, es simplemente historia documental, todo está documentado en archivos”.