El drama de Paolo Guerrero tuvo un final feliz para la Selección Peruana de fútbol, que en tiempo de descuento y cuando ya casi no había esperanzas logró asegurarse la presencia de su capitán y goleador histórico en el Mundial de Rusia. Cuando apenas quedan dos semanas para el comienzo de la Copa del Mundo, el Tribunal Federal de Suiza accedió a suspender la sanción que le imposilitaba a Guerrero cumplir el sueño que tuvo desde niño. “Me uno a mi Selección y me comprometo a dar el mayor de mis esfuerzos para entregar nuevas alegrías a mi país. Ya no hay límites. Ya no hay sueños imposibles porque está demostrado que cuando los peruanos nos unimos, todo es posible”, escribió Guerrero en Facebook. 

El anuncio del Tribunal suizo, esperado con ansiedad por los peruanos, se conoció por la tarde. Mediante un comunicado, la corte señaló que dejó “provisionalmente sin efecto” la sanción de 14 meses impuesta por la Corte Arbitral del Deporte (CAS) a Guerrero por dar positivo en una prueba antidoping. 

“(El tribunal) ha tenido en cuenta los perjuicios que el apelante, de 34 años, sufriría si no participa en una competencia que constituirá la coronación de su carrera como futbolista, ya que no actuó intencionalmente ni cometió una negligencia significativa, como se desprende del comunicado de la CAS sobre el caso”, explicó la Corte suiza. 

El peruano indicó que el fallo hace “justicia parcialmente”, por lo que agradeció al Tribunal. “Mi batalla sigue y estará a cargo de mis abogados, a quienes agradezco”, apuntó. Guerrero recibió la noticia en Suiza, donde llegó hace 10 días en búsqueda de mecanimos para estar en el torneo. Tras una reunión con el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, que descartó darle el indulto al “Depredador”, la Federación Peruana de Fútbol (FPF) apeló al Tribunal. 

“En estos diez días emprendimos el desafío que sabíamos que era muy complicado, pero no imposible. Teníamos claro que era un partido en el que se habían jugado los 90 minutos, pero faltaba jugar los descuentos”, dijo el presidente de la FPF, Edwin Oviedo, en la radio limeña RPP. 

La pesadilla de Guerrero empezó en diciembre, cuando la FIFA anunció su suspensión de un año por “dar positivo por el metabolito de la cocaína benzoilecgonina”, en un control tras el partido de octubre con Argentina por las Eliminatorias al Mundial. Como parte de su lucha, el Comité de Apelación de la FIFA rebajó el castigo a seis meses. Y cuando ya se celebraba que la Selección tendría a su principal figura en el torneo, llegó un nuevo golpe. 

Después de nuevos recursos presentados por Guerrero y la Agencia Mundial Antidoping (AMA), que buscaban uno su absolución y otro la ampliación de la sanción, la CAS elevó la pena a 14 meses al estimar que el jugador tuvo algún grado de negligencia. El Tribunal no ha aclarado cuándo deberá Guerrero cumplir la sanción. Por lo pronto, el delantero se sumaó ayer a los entrenamientos de la Selección, que llegó a Zúrich para prepararse de cara al amistoso del domingo con Arabia Saudita. 

El jugador está habilitado para jugar ese partido y el último amistoso del Perú previo al Mundial, con Suecia. Sin embargo, la decisión de alinearlo o no la tomará el técnico argentino Ricardo Gareca, quien además tendrá que sacar a uno de los 23 jugadores que llegó a Europa para darle lugar al delantero.